Fran Muíño: «Tengo muchos clientes de mi padre y alguno de mi abuelo, antes de ir a la mili ya estaba aquí aprendiendo»

Bea Abelairas
B. abelairas FERROL

BETANZOS

CESAR TOIMIL

Regenta en la plaza de Canido la barbería que fundó su padre

10 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La moda de las barbas largas y de la estética hípster ha sembrado las grandes ciudades de barberías con aires retro y unos sillones de piel que llegaron a la peluquería Paco de Canido en 1974. Allí están desde entonces: no es que estén de moda, es que nunca han cambiado: «Trato de evitar reformas, cuidar mucho el local, porque está muy bien pensado», cuenta Fran Muíño sobre un espacio en el que comenzó a ayudar a los 16 años. La peluquería se llama Paco por su padre, que falleció hace seis años, y que se hizo peluquero siguiendo también la estela de su progenitor, José, el abuelo de Fran. «Era de Betanzos y mi padre fue el que se vino aquí para abrir la peluquería -cuenta entre corte y corte-. Tengo muchos clientes de mi padre y alguno de mi abuelo, es que antes de ir a la mili ya estaba yo aquí aprendiendo», cuenta un peluquero de 55 años que se declara encantado con su trabajo.

«Nos hemos criado aquí»

El barbero de la plaza de Canido asegura que una de las claves del éxito de su negocio es el barrio: «Nos hemos criado aquí y eso marca, somos muchos los que hemos heredado el oficio de nuestros padres: la relojería de aquí al lado; el bar Seijo; el taller de zapatos o el estanco, que también lleva varias generaciones». Por eso, no se atreve a dar recetas a espacios que ponen mucho cariño en su iniciativa y aún así terminan cerrando, como sucede con la Librería cafetería Lea. «No me atrevo a recomendar nada, sobre todo cuando la gente lo hace tan bien. Y por eso me siento feliz de tener el comercio en un sitio como Canido, donde se ve un progreso y un movimiento vecinal muy bueno», explica un peluquero que muchas veces hace las veces de psicólogo.

«Es normal que la gente cuente lo que le preocupa, es que pasas con ellos más de media hora. Además, a mí me encanta hablar y pienso que el trato personal es otra de las cuestiones que les gusta, que sepan que les conoces bien», cuenta antes de dirigirse a otro cliente, por supuesto, por el nombre de pila.