Padres de los niños que pintaron el globo que no voló hacen un llamamiento para recuperar los dibujos
19 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Los betanceiros continúan llorando por un globo que este año no pudo salir como venía haciendo de forma ininterrumpida desde 1964, año en el que la esfera se quedó enganchada en la torre del campanario de la iglesia de Santo Domingo. Tras la sorpresa inicial, muchos fueron los que se dirigieron espontáneamente hacia la zona de lanzamiento para hacerse con un trocito de papel del fallido aerostato.
«Me acuerdo de ver a Roque, uno de los niños que pintaron las estrellas de mi dibujo, llorar desconsolado y gritar ‘no, mi globo no’ mientras su padre buscaba desesperado el trozo del globo con su estrella verde. Al final la encontró y la van a enmarcar como recuerdo», cuenta Luis Galán, uno de los encargados de la decoración de la esfera. Él mismo recuperó varios pedazos de su ilustración del astronauta, y actual Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque. «Algo haré con ellos, no sé todavía lo que, pero son muchos los padres que me están escribiendo para intentar localizar los dibujos de sus hijos».
Otra de las niñas que participó en la decoración del aerostato fue Mireia Pita. Como el resto de la ciudad, ella también sufrió por no ver volar al globo. «Fue una pena porque nuestras estrellas no pudieron llegar al cielo. Estoy triste, pero por lo menos recuperé unos trozos de la esfera y los tenemos en casa de recuerdo». Unos pedazos de papel que consuelan a los miles de betanceiros que todavía no se reponen de un acontecimiento que esperan no volver a presenciar.
«Yo me quedo con el brillo en los ojos de los peques y de los padres que compartieron conmigo un cuarterón del globo. Nos falló la NASA, pero no nos pararán. El año que viene más estrellas y tocaremos el cielo», dice Luis Galán, que añade: «De todo hay que sacar el lado positivo».