Ovejas negras en Betanzos

Cristóbal Ramírez

BETANZOS

14 may 2018 . Actualizado a las 12:23 h.

El sábado Betanzos volvió a ser escenario de esa gran reunión pública que fue Primavera no Camiño Inglés, segunda edición de una iniciativa que partió de la Diputación para promocionar el paso de esa ruta jacobea por 18 municipios de la provincia. Aprendiendo de los (pequeños) errores del año anterior, la organización fue excelente, el tiempo acompañó, hubo degustaciones gratuitas, desde vino de Paderne a truchas de Oroso pasando por el pan de Neda y varios más. Una fiesta.

Hubo también, claro está, una inauguración oficial, ejemplo de cómo deben colaborar las Administraciones. Nava Castro, la directora de Turismo de Galicia, pronunciaba un discurso tras el que había hecho el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, uno y otra exquisitos no ya en el trato sino en ponerse de acuerdo en potenciar el Camino Inglés.

Pero siempre tiene que haber una oveja negra. O una y media, para ser exactos. La media fue Ferrol, que envió a una concejala muy buena conocedora del Camino pero que arrastra, muy a su pesar, la desastrosa situación política de su municipio. Y Ferrol estuvo desaparecido. Su estand era bien pobre.

Y la gran oveja negra fue A Coruña, ausente en el acto oficial protocolario, y en toda la mañana no se vio por allí a ningún concejal. Sí estaba su infatigable directora de Turismo, Lanzada Calatayud, una gran valedora de la recuperación de las peregrinaciones a la cual sus jefes dejaron en una soledad que no se merece el trabajo de internacionalización del Camino Inglés que está llevando a cabo con empeño y constancia. El Concello coruñés ya se ha retratado.