María Dolores Faraldo Botana: «Ya veremos tras el verano si vuelvo o no a la política»

Elena Silveira
Elena Silveira BETANZOS / LA VOZ

BETANZOS

CESAR QUIAN

Hace cuatro años dejó sus cargos públicos para encarar un juicio por prevaricación. El juez la ha absuelto

29 mar 2018 . Actualizado a las 11:21 h.

Llega a la entrevista muy sonriente y con buen color de piel, recién aterrizada de un viaje por Ibiza. Allí se enteró de que la Audiencia Provincial la absolvía de las acusaciones por prevaricación que la llevaron a renunciar hace cuatro años a la política (era diputada y portavoz del PP en Betanzos), cuando se abrió el juicio oral por su imputación. Después de todo este tiempo en silencio, esperando la resolución judicial, la exalcaldesa María Dolores Faraldo Botana (Betanzos, 1959) dice ahora que tiene ganas de poner puntos sobre las íes y de quitarles el disfraz a algunos que acabaron con su carrera política.

-No podrá estar más contenta tras la sentencia...

-Es una satisfacción personal tremenda. Fue duro, pero siempre estuve tranquila porque no es que ahora, tras el fallo judicial, sea inocente, sino que siempre lo fui.

-¿Y ahora se arrepiente de haber renunciado a todos sus cargos?

-Sé que eso rompió mi carrera política, pero no me arrepiento, no. Hay que saber estar y saber marcharse. Yo cuando llegué a la política ya tenía las maletas llenas: una profesión, un trabajo y una ética. Y eso es importante porque me pude ir con total libertad, pensando que aportaba más al partido estando fuera.

-El PSOE auspició una pormenorizada investigación de su gestión (2007- 2011) que acabó en los tribunales por un contrato de 7.000 euros para un profesor del conservatorio de música. Fueron siete años de proceso. ¿Agotador?

-Yo soy una persona fuerte, pero sí hubo momentos en que lo pasé muy mal. Y no lo digo por mí, sino por mi madre, que tiene 80 años, y verla sufrir... Ella me decía: «Ay, Mariíña, por que te metiches nisto, se non tiñas necesidade tendo unha consulta».

-¿No le quedan ganas de volver a la política?

-Uf... [Sonríe] Creo que no. Al menos por ahora no. Tengo muchos cafés que tomar, comidas y cenas que celebrar. Ya veremos tras el verano si vuelvo o no a la política; ahora quiero disfrutar del momento. Y la verdad es que al volver al Sergas [es funcionaria de salud pública y administración sanitaria] he podido recuperar compañeros y amistades.

-Betanzos no es tan grande. Alguna vez se habrá encontrado con aquellas personas que la acusaron. ¿Saltan chispas?

-Pues la verdad es que no siento rencor por lo que me hicieron, sino pena porque privaron a Betanzos de cosas buenas. Y hay gente a la que no saludo, por supuesto. Faltaría más. No soy una persona falsa.

-También habría gente que por estar imputada le retiró a usted el saludo.

-Claro que sí. Pero, ¿sabes?, esto tiene una ventaja impresionante porque esas cosas colocan a la gente en el sitio que le corresponde. Y ahora pienso: ¡Madre mía! ¡De cuántas personas me he desecho a las que no tendría que haberles dedicado ni cinco minutos de mi tiempo! Te quedan los buenos al lado, y estoy contenta por ello. Sé que tengo una familia maravillosa y unos amigos de diez. Está claro que soy persona de grandes amigos y grandes enemigos.

-Las acusaciones fueron muy duras. La Fiscalía pedía para usted cuatro años y medio de cárcel por un supuesto contrato irregular de 7.000 euros.

-Tras lo vivido ahora me gustaría ayudar a compañeros que están pasando por situaciones similares y que sé que son personas honradas. Es que es muy duro que compañeros de la corporación salgan en la prensa diciendo cosas que saben que no se corresponden con la realidad. También es fuerte escuchar mentir a gente ante un tribunal de justicia, algo que pasó en mi juicio.

-¿Y ahora ajustará cuentas?

-Pues mira, no soy una persona rencorosa y seguiré siendo igual de confiada, aunque algo más precavida. Pero sí, ahora querría llamar a las cosas por su nombre. Dicen que Dios castiga sin palo y sin piedra, pero yo voy a ayudar a que alguno se descubra como es y quitarle el disfraz tras el que se esconde. Porque algunos abusan de ese disfraz. Habría que poner los puntos sobre las íes con más frecuencia.

-¿A qué político o funcionario se refiere?

-En el Concello de Betanzos hay algunos profesionales chapó, de quitarse el sombrero, y que no cobran lo que deberían. Otros están para cotillear y llegar a fin de mes cómodamente. Y cuando uno llega a un sitio con ganas de trabajar, pues a veces hay que esquivar bombas. Quizás el error de mi grupo fue no prestar suficiente atención a algunas personas que teníamos cerca.

-Contra la sentencia cabe recurso.

-Sí, pero yo creo que la resolución es bastante contundente y espero que todo esto termine aquí.