Naviera de Galicia (Navigasa) con su central de operaciones en el puerto de A Coruña acaba de adquirir un nuevo buque mercante. El carguero llegó a A Coruña y atracó en el muelle de Calvo Sotelo Norte.
Los empleados de la empresa gallega ya se pusieron a trabajar en él, y la primera operación fue cambiarle la bandera, pintar en su popa su nuevo puerto base, en este caso Santa Cruz de Tenerife, y perfilar en su casco el nombre: Betanzos.
Y por qué se eligió esta nueva denominación. «Soy de Betanzos, quiero mucho a mi ciudad y deseo llevar su nombre por todos los puertos del mundo». Quien habla así es Darío Amor Edreira, el responsable mayor de Naviera de Galicia.
Amor Edreira, que colabora en numerosas iniciativas sociales, culturales y deportivas en Betanzos, hasta ser el responsable de Cáritas de ese Ayuntamiento, va más allá. «Pretendo que los tripulantes, tanto mandos como marinería, entre ocho y diez personas, sean de aquí, de Galicia».
Darío Amor creó una de las únicas navieras gallegas con flota propia de mercantes en el año 1971, «nos avalan más de 45 años de experiencia», subrayó. Creyó que su base debía de estar en el puerto de A Coruña, «a escasas millas de las más importantes rutas marítimas intercontinentales». Además, «nuestra dársena está considerada un punto neurálgico y de inmejorables accesos a todas las líneas de distribución marítima», resalta.
El Betanzos tiene una eslora de 119 metros y 12,50 de manga. Al igual que el Finita R., el Manuela E. y el Mandeo, se trata de un buque polivalente apropiado para el transporte de siderúrgicos, graneles y carga general, «pero este tiene mayor capacidad ya que puede cargar 7.500 toneladas».