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El hombre que dio nombre a un tomate

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

José Luis muestra los tomates que salvó.
José Luis muestra los tomates que salvó. CESAR DELGADO

Un vecino de Betanzos descubrió hace unos veinte años una variedad autóctona catalogada ahora en el Centro de Investigación de Mabegondo como José Luis

20 abr 2022 . Actualizado a las 16:49 h.

 Hace más o menos veinte años José Luis Vázquez compró en la feria de Betanzos unas plantas de tomates para cultivar en su huerto. Cuando dieron fruto observó que no tenían la forma habitual porque «medraban para baixo». Eran como una pera. Por eso, este hombre del concello lucense de Pobra de Brollón casado en As Mariñas los bautizó como «peros». Desde entonces, no tuvo ojos para otra variedad que no fuera aquella. «Son moi bos. Todo carne», dice elogiando este fruto inundado de propiedades.

Unos años antes había dejado la parroquia donde vino al mundo, San Miguel de Canedo, para ir a estudiar a Guísamo. Más tarde entró a trabajar en el Centro de Investigación Agraria que la Consellería de Medio Rural tiene en Mabegondo. Fue ahí donde vio que entre el abanico de especies autóctonas que trataban de recuperar había una que se parecía a «sus peros». Al parecer, recuerda, «trouxeron a semente de Vilagarcía». No lo dudó y llevó algunas de las suyas para que las catalogaran y entraran a formar parte del banco de germoplasma que guardan en este centro de investigación. La idea es conservar y recuperar las especies autóctonas, algunas de las que luego han de poner en forma para que puedan dar el salto al mercado como ha ocurrido con el tomate Negro de Santiago, ahora presente en gran cantidad de fruterías o tiendas gourmet.

El centro elaboró un catálogo de variedades. Los tomates cuya semilla había recuperado José Luis están en él, pero no se llaman peros. Los expertos del centro los bautizaron con el nombre del que aquel hombre que un día en la feria de Betanzos compró la planta y a base de cultivarlos durante años los conservó.

«La variedad es José Luis por el hombre que los trajo», apunta Alfredo Taboada, uno de los que elaboraron el catálogo. No son los únicos que fueron bautizados con el nombre de quién los recuperó. «Hay otros que se llaman Poli Sanfiz, por ejemplo», añade.

Entre las variedades que componen el catálogo está el tan buscado tomate Negro de Santiago, pero parece que no es el único capaz de encandilar paladares. Dice Taboada que cada vez son más los productores que piden Avoa de Osedo, una variedad catalogada en Sada, o Taller de Lubre, en Bergondo. También quieren José Luis.

¿Cuáles son sus características? No cabe duda que el que mejor las conoce es el hombre que los halló. «Moi sabroso, moi carnoso...», dice. Habrá que probarlos.

¿Dónde los hay? De momento, en el centro de Mabegondo los tienen. José Luis dejó de cultivarlos hace unos años. Pero tiene el orgullo de haber rescatado una variedad que ahora lleva su nombre.

Algunas variedades autóctonas

Osedo (Sada)

Avoa de Osedo

De color totalmente rojo, tiene una forma achatada con el corte transversal irregular.

Bergondo

Taller de Lubre

Rojo, ligeramente achatado. Contiene más del 60 % de zumo. Pesa unos 130 gramos.

Betanzos

José Luis

Rosado con una forma cordiforme y puntiaguda. El corte transversal es angular.

Leiro (A Coruña)

Negro de Santiago

No hay más que ver el tono rojo y verdoso para reconocerlo. Es redondo e irregular.