La fiesta clandestina de dos treintañeras

BETANZOS

cedida

Rebeca Ramos y Denia Priegue convirtieron El Garaje Studio de la calle de La Merced en una galería de arte para celebrar un original «showroom» donde los invitados pudieron conocer todo tipo de productos

14 jun 2017 . Actualizado a las 07:59 h.

«Creemos que es el primer evento de la ciudad cien por cien clandestino. Todo el mundo que vino desconocía lo que se iba a encontrar y a las sesenta blogueras que invitamos les dimos la dirección unas horas antes», destaca Rebeca Ramos, que junto con Denia Priegue promovió el showroom Pink Key. Con la colaboración de firmas como Decor Slim Stone o Vippter, la red social para famosos, convirtieron El Garaje Studio de la calle de La Merced en una galería de arte donde los invitados pudieron conocer todo tipo de productos, desde textil, gafas de sol, cremas, y hasta el vino Peñascal Ice que sirvieron en la terraza exterior. El genial DJ Ino y un coctelero aportaron la música y los combinados imprescindibles en este tipo de eventos. Denia tiene 31 años y es fotógrafa y se encarga de aspectos relacionados con la imagen y el diseño. Rebeca cumplió los 33 y su misión es más comercial y de comunicación. Con recursos limitados y mucho talento consiguieron crear un ambiente muy agradable en su sugerente fiesta clandestina. En el rato que estuve (la celebración empezó por la mañana y acabó a las ocho de la tarde) pasaron por allí decenas de personas.

Décimo aniversario

En el 2007, coincidiendo con el inicio de la crisis, a Emma Martínez de la Fuente y a José Manuel Mosquera no se les ocurrió otra cosa que montar s2m una empresa de servicios de gestión inmobiliaria y agencia de seguros, en concreto Reale. Entonces eran treintañeros, como las anteriores protagonistas. «Tuvimos la suerte de que siempre tuvimos trabajo. La gente de la zona confía en nosotros», comenta desde O Temple. Para celebrar el décimo aniversario organizaron un fin de semana de deporte, aventura y fiesta.

Por San Antonio

Son de esas celebraciones que no son tan sonadas como hace décadas, pero siguen contando con muchos adeptos y fieles. Me refiero a fiestas como la que ayer tuvo lugar en la parroquia de San Antonio de la avenida de Finisterre con motivo del día de su patrón. Hubo varias misas desde las ocho y media de la mañana y dos solemnes, a las doce del mediodía y a las ocho de la tarde. «Por el momento se llena siempre el templo», comenta Antonia Prieto, una de las encargadas del puesto de venta de productos relacionados con el santo.

¡Pequeños al tren!

Y termino con la preciosa imagen de los niños de la escuela infantil Golfiño en la estación de Betanzos. Vivieron su primera experiencia en tren y disfrutaron de cantidad de actividades.