«La obstinación política de pelearnos solo perjudica a los que menos tienen»

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

BETANZOS

MARCOS MÍGUEZ

El alcalde de As Pontes defiende el consenso e insiste en apartar la hostilidad el debate público

17 abr 2016 . Actualizado a las 09:14 h.

Valentín González Formoso no parece la persona ideal para empezar una guerra. Basta ver su actitud en los plenos provinciales, donde se dirige a los diputados de la oposición por su nombre de pila. En esta misma entrevista leerá de su boca que «Núñez Feijoo ha hecho cosas bien», sentencia que puede levantar sarpullidos en la sede del PSdeG, más aún cuando la presidencia de la Xunta se rifa en pocos meses. Pero González Formoso reclama más que nunca la necesidad de la socialdemocracia que representa su partido. Y mientras el PSOE no vuelve por sus fueros, la otra palabra mágica es el consenso. Mantiene el cargo de alcalde de As Pontes, de donde recibió un disgusto en forma de imputación por una subvención al equipo de fútbol local, pero el juzgado ya le ha eximido de toda culpa. Acude a la entrevista con una pequeña molestia en el labio.

-¿El herpes es por estrés?

-Supongo que sí.

-Pero desimputado se duerme mejor.

-Ya, pero el herpes tarda en manifestarse. Seguramente la imputación ayudó a que saliera. Se duerme mejor cuando uno comprueba que la Justicia existe.

-Y actúa con rapidez. Usted casi se puede considerar el imputado político más breve.

-Por eso digo que se duerme mejor cuando ves que el sistema funciona, por rapidez, agilidad y comprensión de los asuntos.

-Aún no se lo ha oído una palabra más alta que otra en un pleno de la Diputación.

-Pues sí que me enfado, pero debo reconocer que el nivel de los plenos en la Diputación y el trabajo previo en las comisiones ayuda a llevarlo muy bien. Para hacer una buena política no hace falta enfadarse, pero soy humano y me enfado.

-¿Y le enfada que se trasladen a la Diputación las peleas de María Pita entre el PP y Marea Atlántica?

-Sí, me enfada mucho, porque me parece que no da prestigio a esta institución, no es inteligente ni eficiente. Repetir debates no tiene sentido. Que al final se suba el impuesto de las terrazas de María Pita a los habitantes de Mañón no les importa lo más mínimo.

-Pero con ese tono suyo de consenso no le imagino bramando en un mitin contra Feijoo, por ejemplo.

-No, personalmente no, pero contra ciertas políticas ya lo he hecho. Estamos demasiado acostumbrados a la guerra por la guerra, a la descalificación frívola. Creo que el gobierno de Feijoo ha hecho cosas bien y hay que decirlo, y ha hecho cosas mal y hay que decirlo, como el gobierno de Zapatero, y yo mismo en la Diputación. A mí como gobernante me gustaría un cierto nivel de comprensión que sí encuentro en los grupos provinciales y en la Xunta. La obstinación política de pelearnos y desmarcarnos solo perjudica al que menos tiene. Yo apuesto por la nueva política, la del consenso. Si lo ha hecho bien dilo y si lo ha hecho mal también, pero para ayudar a mejorar.

-¿Sigue descartándose?

-A mi partido lo que menos le beneficia es que nos estemos descartando constantemente. Cuando toque ese debate...

-Pues como haya un adelanto les pilla con el pie cambiado.

-Las elecciones son en octubre y creo que Feijoo es un presidente responsable que, salvo circunstancias excepcionales, respetará los tiempos.

-¿Besteiro le sigue pidiendo que se presente?

-Besteiro ahora mismo se dedica a la abogacía.

-¿Cuándo habló con él por última vez?

-Pues ayer. Hablo con frecuencia, es amigo.

-¿Qué opina de rescatar figuras como Touriño o González Laxe?

-Me evocan responsabilidad, muchos aciertos, también errores, pero responsabilidad, sentido común, son carcasas antiguas capaces de hacer nueva política que para mí se llama consenso.

«Solo he escrito ocho tuits y eso debería valorarse al alza»

La entrevista se celebra en su despacho el 14 de abril, de especial significado político por la Segunda República. «Y el día 17 es mi cumpleaños, 45 ya,... 45».

-Pero le voy a preguntar por otro aniversario. El día 12 de abril hizo un año de su último tuit. Poquito antes de las municipales. ¿Ya no le interesa Twitter tras ganar las elecciones?

-Ocho tuits en toda mi vida. Debería valorarse al alza. Se llama política real, política de calle, no ficticia. Hay quien presume de tener muchos amigos en Facebook, pero eso me parece inversamente proporcional a la realidad.

-Beatriz Sestayo le sigue en Twitter, y usted a ella no. Feo gesto.

-[Ríe] La verdad, pues,... no sé. Tendré que corregirlo.

-¿Qué libro está leyendo?

-Dos ensayos sobre la Transición.

-¿La última novela?

-La última de Ken Follet. Leo bastante y casi todo histórico.

-¿A quién ha enviado el último WhatsApp?

-No tengo WhatsApp.

-¿No tiene WhatsApp?

-Ni quiero tenerlo.

-¿El recibo de luz de su casa es de...?

-Iberdrola.

-¿Baloncesto o fútbol?

-Los lunes juego en el pabellón de As Pontes con viejas glorias. Pero solo en una canasta. No estamos para correr.

-¿Pablo Iglesias o Íñigo Errejón?

-Me disgusta menos Errejón.

-¿Qué coche tiene?

-Un Golf de 14 años.

-Cuando va en el coche oficial, ¿a qué dedica el tiempo?

-Gestionando cosas por teléfono y absorbiendo provincia.

-Entonces le será fácil este pequeño examen de la provincia.

-¿Cómo?

-Sí, examen. ¿Dónde está la parroquia de Ambroa?

-¿Betanzos?

-Irixoa. ¿Y la playa de Soesto?

-Ni idea [Laxe].

-¿El convento de Moraime?

-No sé [Muxía].

-¿En qué concello está el circuito de autocrós de Taragoña?

-¿Arteixo?

-Rianxo. Vamos con la última: diga un dolmen de la provincia que no sea el de Dombate.

-Axeitos, en Ribeira.

-Correcto.

-Está claro que aún me queda mucha provincia por aprender.

«Espero que esta institución sea vista como más útil al final de la legislatura»

Hay jornadas en que González Formoso retuerce los horarios para atender a su propio Concello sin desatender la Diputación. O al revés.

-Si yo fuera vecino de As Pontes podría sentir cierto recelo de ver a mi alcalde dedicando tantas horas a asuntos que no son mi concello.

-Pues yo creo que al revés. Siento orgullo de que un vecino, apoyado mayoritariamente por la población, tenga la oportunidad de aportar experiencia desde As Pontes a la provincia y también de ser capaz de instrumentalizar medidas que ayuden también a As Pontes, que les merezca la pena que yo esté aquí.

-Decía a finales de año que aún siendo presidente descubría nuevas funciones de la Diputación.

-Bueno, ochos meses después funciones ya no, pero capacidades sí que las descubro cada día. Por ejemplo, esta semana presentamos un plan de empleo que lee los problemas de la sociedad, y la capacidad de la Diputación de aportar 30 millones en cuatro años es una capacidad que no estaba descubierta ni por este organismo ni por nuestra sociedad. Yo espero que al final de la legislatura esta institución se vea como algo más útil que en mandatos anteriores.

-¿Y ese plan de empleo le debe algo a la deuda cero que dejó su antecesor Diego Calvo?

-Mucho, mucho,... no hay que sacar ningún mérito a las corporaciones anteriores ni a los trabajadores de la Diputación.

-¿Nota algún síntoma de desmantelamiento endógeno? Era el discurso del BNG, su compañero de gobierno.

-Lo que hay son acciones por parte del gobierno, no de desmantelamiento sino de racionalización. Yo no soy nacionalista y mis socios sí. Hay principios que no compartimos pero el acuerdo de gobierno es compartido al cien por cien. En él lo que se dice es «racionalización».