Las obras para estabilizar el talud de la carretera junto a Gandarío generan dudas entre los vecinos

En la AC-162, a la altura de Gandarío (Bergondo), continúan con las obras de estabilización de un talud caído hace casi dos años a la altura de la playa. Las fisuras se agravaron cuando se talaron unos grandes árboles ubicados en el acantilado, en la margen derecha en sentido a Sada, indicaron desde la Xunta. Los trabajos, que han generado dudas a parte del vecindario porque consideran que requiere un muro de contención, están en el punto kilométrico 1,430 de la vía autonómica y obligan a cortar un carril de circulación mientras se están realizando.

Durante estos días fue visible desde el entorno una grúa de grandes dimensiones que opera en este punto, que durante muchos meses estuvo señalizado con unas vallas que incluso cayeron por el propio talud. En mayo del año pasado, la Axencia Galega de Infraestruturas realizó varias catas en el terreno con las que comprobaron que la fisura estaba provocada por el punto en el se encontraba el contrapeso que sostenía la acera en el talud.

Posteriormente se realizaron obras de fresado en la carretera, así como la colocación de una malla antifisuras. El Concello de Bergondo aprovechó la situación para pedir que arreglaran las aceras de la zona de A Lagoa. La Xunta invierte 50.000 euros en unos trabajos que tratan de evitar el hundimiento del talud en una zona muy expuesta a las acciones de los fenómenos meteorológicos. Sin embargo, hay vecinos que consideran insuficiente que se opte por utilizar en este proyecto hormigón gunitado en vez de construir una zapata en la parte inferior del talud para dar más estabilidad al terreno, más teniendo en cuenta la proximidad de la carretera.

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