Los sabores del verano en la comarca de A Coruña: helados que son un deleite para todas las edades y paladares
BERGONDO

«Stracciatella» y cacahuete se estrenan con Bico de Xeado en un verano en el que suben las ventas
11 ago 2023 . Actualizado a las 10:56 h.No hay verano sin helados. Lo saben bien en Bico de Xeado, la cooperativa con fábrica en Bergondo y ganadería en Miño que arrasa en toda Galicia y ya se expande fuera de la comunidad. Al frente de este grupo está José María Calo, quien cuenta que ya son 24 las heladerías propias de la firma, entre ellas las de Madrid, Santander, Salamanca y Jávea (Alicante), y 16 las franquicias, también repartidas por territorio gallego y por el resto de España, con presencia en Sevilla, Málaga, Cartagena y Tarragona. Por si fuera poco, la marca cuenta con 86 colaboradores, es decir, restaurantes o tiendas que venden su producto.
En medio de esta expansión, Bico de Xeado no deja de innovar y este año optó por estrenar dos sabores: cacahuete y stracciatella. «Eran moi demandados no sur», explica Calo, que asegura que «o que máis se vende é chocolate porque é o que máis le gusta aos nenos». «Tamén funcionan moi ben os de torta de queixo, limón e doce de leite. Este estráñame moito porque non é un doce galego, pero está tendo éxito», revela.
Aunque antes se identificaba el helado como un manjar destinado a los pequeños de la casa, lo cierto es que este postre genera pasiones en todas las edades. «No noso caso dáse un paradoxo, porque mercan tanto nenos e nenas, como xente maior. Os maiores acórdanse de cando había xeadeiros artesáns e adoitan dicirnos que por fin teñen un xeado como o de cando eran nenos e daquela tomábanse menos porque non había poder adquisitivo», detalla.
Además, Bico de Xeado no se olvida de las personas con alergias e intolerancias alimentarias. Despachan cucuruchos aptos para celíacos y sus más de treinta sabores son sin gluten. Además, dos de ellos son sin lactosa. «O problema é que non temos capacidade na vitrina para ter moitos máis, pero os que temos funcionan ben. No tema da celiaquía coidamos moito que non haxa contaminación cruzada», dice Calo, que rememora una historia que le conmovió cuando abrieron su establecimiento de Salamanca. «Entrou unha nena que comprou un xeado e preguntáballe ao seu pai como se comía a galleta porque non estaba acostumada a poder facelo e deume moita pena», cuenta. Asimismo, disponen de una gama de helados sin azúcar.
Un año de récord
«Non hai dúbida de que cando soben as vendas é en verán, pero nas cidades mantemos as tendas abertas todo o ano e funcionan, porque ao ser un xeado de crema non se nota tan frío. A xente ata leva as terrinas para comer cos amigos», indica. Aunque el verano, por supuesto, es su época estrella y este está siendo mejor que el anterior, pues las ventas han aumentado. «Estamos crecendo a un 15 % por riba do ano pasado», señala el responsable, que no duda en darle las gracias a sus clientes, porque son fieles y cada vez más.
También fuera de Galicia tienen una buena acogida. Por eso, están reformando sus tiendas y en las zonas de costa instalarán paneles y letreros también en inglés para que los turistas conozcan su producto. «Coñécennos pola calidade», considera Calo, quien asegura que esto es la clave del éxito y cree que lo más importante para triunfar es «non perder a cabeza». «Non por querer chegar antes imos perder o tren», dice.
Achaca también su fama a los miembros y trabajadores de la cooperativa. «Hai xente nova que cre no proxecto e estase esforzando», subraya José María Calo, agradecido.
Los más vendidos de la milla de oro de los helados en A Coruña
Pasear por el centro de A Coruña en los meses estivales es sinónimo de un trasiego de turistas y coruñeses con una tarrina o un cucurucho de helado. No es de extrañar por tanto que haya ocho locales en menos de 500 metros, la mayoría visibles con solo recorrer la Marina.
El propietario de la heladería Colón, Daniel Reboredo, cuenta que está siendo una buena temporada. «Los coruñeses no necesitan 40 grados para tomar helados», asegura. Entre los helados favoritos, sobresalen el de limón, chocolate y vainilla. Además, este verano está saliendo mucho el de crema tostada.
Muy cerca de este local está el de la Ibi, especializada en las opciones exprés. El de pistacho es el sabor que más demanda la clientela, pero el de kínder es el que gana terreno entre los más pequeños. La opción más gallega es el de queso con membrillo: «La gente se sorprende porque sabe a eso», cuentan desde el negocio.
Este paseo en el que también está Bico de Xeado termina en la heladería Puerta Real, que también convence a los clientes con el sabor kínder. Sin embargo, la receta que más llama la atención es la del helado de crema hindú, a base de leche, frutos secos y especias orientales. La opción más gallega es la de tarta de Santiago.
Los más de 120 sabores de Sada

Los veranos son cada vez más calurosos y en estos meses de altas temperaturas y escasas precipitaciones son muchas las personas que disfrutan de los comestibles más fríos y apetecibles de estas fechas, los helados. Los del local Playa Sada, situado en la Avenida do Porto de Sada, son algunos de los más conocidos del área de A Coruña. Y no solo de la comarca, pues hasta viaja gente de toda España y desde otros países, como Austria y Suiza, para probar los helados que elabora el alemán Manfred Heuberger en su laboratorio.
Ya llevan 19 años siendo toda una leyenda en este municipio. Y es que los sabores de estos helados son ya más de 120. Heuberger asegura que los que más les gustan a sus clientes son los de queso con higo y caramelo salado. «Tenemos de té matcha y té chai y hacemos un helado de palomitas con caramelo salado que arrasa entre los niños, igual que el de mango con chocolate negro», enumera el propietario, que ya ha perdido la cuenta de los helados que vende.
Su lugar para inventar fórmulas que sorprendan hasta a los paladares más exquisitos es su particular laboratorio. La mayoría de las materias primas que utiliza para la elaboración de los helados son productos gallegos y artesanales. Además, los fabrica semanalmente. «En invierno nos ponemos a inventar y a investigar qué es lo que comenta la gente y luego lo hacemos», sostiene.
Como innovar es lo suyo, Manfred ha querido ampliar los sabores este año y apostar por un afamado postre: queso con membrillo. Y como las bebidas arrasan, este verano cuentan con helados de mojito, gin-tonic y cerveza, entre otros. Los sabores nuevos siempre triunfan, por eso él y su mujer no tienen miedo a innovar. Es lo que llevan haciendo casi dos decenios.
Manfred Heuberger cuenta que aunque siempre se relacionaron con el público infantil los helados son para todas las edades y su audiencia es muy variada. «El cliente más mayor tiene 107 años», afirma el dueño del negocio, que cuenta que le ofrece habitualmente al hombre helados de chocolate negro. Le encantan.
Además, este heladero no se olvida tampoco de las intolerancias alimentarias, las alergias y otras limitaciones. «Tenemos helados veganos, sin azúcar y sin gluten», asegura Manfred. Atribuye su éxito a «la calidad». Dice que es el secreto para ganar la fama que tiene la Heladería Playa Sada. «Nuestro producto es de muy alta calidad», reitera este artesano, que estos días está hasta arriba de trabajo y tendrá el local abierto hasta finales de octubre. «Luego nos merecemos una vacaciones», confiesa