La playa con actividad furtiva en Bergondo, sin garantías sanitarias

Sara Pérez Peral
S. Pérez A CORUÑA

BERGONDO

Los furtivos continúan en la zona, en una fotografía de este martes
Los furtivos continúan en la zona, en una fotografía de este martes

La calidad del agua es insuficiente desde el 2016 y ya no se analiza

09 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El furtivismo en la playa de O Regueiro, en Bergondo, no cesa. Cada día cuando baja la marea, y a vista de todo el mundo, la extracción de berberechos y de navajas se convierte en la escena habitual de la zona. Sin embargo, el peligro que supone el marisqueo en la costa de Bergondo se sostiene tras los análisis insuficientes del agua de esa playa. Desde la Consellería de Sanidade, a través de Saúde Pública, explican que el resultado del análisis del agua que se realizó en el año 2016 fue insuficiente. A partir de ese momento, y tras detectarse la misma deficiencia temporada tras temporada hasta llegar a cinco, O Regueiro desapareció del censo oficial de zonas de baño que publica periódicamente la Xunta.

Por esa razón, la de no aparecer en el listado de playas favorables para su uso, su agua dejó de analizarse por los técnicos, según indica la Consellería de Sanidade. Entonces, desde ese momento ya es tarea del Concello señalizar correctamente la zona para informar de la prohibición del baño en esa zona de forma permanente.

A la ausencia de garantías sanitarias del agua de O Regueiro, se suma una práctica que en las Cofradías de Sada y Miño se conoce «desde siempre»: la actividad furtiva. «Cualquier actividad no autorizada supone un riesgo para la salud. En este caso es incluso peor, pues se sabe que no es apta para el baño y carece de garantías sanitarias», explican desde Saúde Pública. En O Regueiro, fue en el año 2016 cuando se detectaron residuos fecales en el agua, pero nunca se supo de dónde provenía y proviene ese foco de contaminación. Según apunta la Consellería de Sanidade, podría ser el resultado de varias fuentes.

Los riesgos para la salud

La clave para determinar cuáles son los riesgos para la salud de la actividad furtiva estaría en conocer el tipo de infección que se encuentra en la playa de O Regueiro. En función de la sustancia que se detecte en el agua, la contaminación que el marisco de la zona podría recibir serán más o menos importantes.

En el caso de los bañistas, los efectos secundarios serían bajos por la escasa ingesta de agua que podría producirse. Sin embargo, los problemas que podrían desarrollarse serían de carácter respiratorio y gastrointestinal.

No obstante, y pese al cartel de advertencia que se puede leer en esta playa, los furtivos no desisten de esquilmar la costa. El vecino de Bergondo que alertó a La Voz de esta actividad recuerda que es «una verdadera pena que esquilmen todo esto», y que ningún cuerpo de vigilancia del Área de A Coruña controle lo que sucede.

Desde la Policía Local de Bergondo explican que sí son conocedores de la actividad de la zona. Sin embargo, no la describirían como una práctica furtiva, pues según sus pesquisas la mayoría de ellos son veraneantes de la zona. En algunas ocasiones se han desplazado hasta allí, pero carecen de medios para llegar hasta ellos, pues están en el agua. Tampoco la Policía Autonómica ni el Servizo de Gardacostas recibieron ninguna denuncia en relación a este tema.