Un aliado estratégico para sumergirse en la industria 4.0

Manuel Blanco REDACCIÓN / LA VOZ

BERGONDO

CESAR DELGADO

La coruñesa 3IC Ingeniería y Control ha multiplicado por ocho su plantilla en menos de dos años de vida. Grandes compañías gallegas han recurrido a sus servicios para robotizar sus procesos de producción

05 may 2020 . Actualizado a las 21:01 h.

Sostiene la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) que dos de cada tres empresas españolas se están quedando rezagadas en la carrera por subirse al carro de la industria 4.0. Un viaje que hace tiempo que dejó de ser un reto para convertirse en una obligación. Su pervivencia depende de ello porque lo que está en juego es el nivel del competitividad, su capacidad en definitiva de resistir en un mercado implacable y en permanente cambio. Es seguramente esta urgencia la que explica el imparable crecimiento de la coruñesa 3IC Ingeniería y Control, una firma dedicada a la robotización y automatización de los procesos de producción que en menos de dos años de vida se ha ganado la confianza de algunas de las grandes compañías de la comunidad.

Desde que vio la luz en junio del 2017, 3IC se especializó en un segmento de negocio, el de la industria 4.0, en el que sus impulsores localizaron una oportunidad de negocio con un enorme recorrido: ayudar al tejido empresarial de la comunidad a robotizar y automatizar sus procesos. Aunque la marca era joven, lo cierto es que sus creadores acumulaban dos décadas de experiencia en el sector de la ingeniería en Galicia, un bagaje que les permitió ganarse la confianza de clientes como Finsa, Begano, Ence, Ferrovial o Urbaser, entre muchos otros.

En este tiempo, la ingeniería localizada en el polígono de Bergondo ha experimentado un crecimiento exponencial porque sus clientes han ido demandando cada vez servicios con mayor valor añadido. En la primera etapa, con apenas los tres fundadores en plantilla, programaban los autómatas en las fábricas, para después empezar a realizar trabajos de instalación y, finalmente, fabricar los cuadros eléctricos que completan el ciclo con el que se desembarca en el universo de la industria 4.0. «De la programación pasamos a la instalación -explica el gerente de 3IC, Raúl Fernández-, pero luego los clientes nos pedían también los cuadros, con lo que ahora damos la solución completa, el proyecto llave en mano».

El crecimiento de la empresa ha sido exponencial desde su nacimiento. La plantilla se ha multiplicado por ocho, hasta las 23 personas actuales (y creciendo), porque para implementar nuevos servicios han tenido que contratar más ingenieros y una plantilla de técnicos expertos en instalación y fabricación de cuadros. Las ventas alcanzaron los 800.000 euros en el 2018, pero la previsión para este año prevé un sensible repunte del 50 %, hasta los 1,2 millones.

Problemas para contratar personal especializado en procesos de automatización

Los fundadores de 3IC Ingeniería y Control se posicionaron en su día en un segmento de negocio en el que habían identificado un nicho con recorrido en el que, además, no había demasiada competencia. Con el paso del tiempo, y a medida que su actividad se consolidaba, se han ido encontrando eso sí con un problema que podría llegar a suponer un obstáculo para su crecimiento: la falta de personal cualificado. «Hay veces -argumenta Fernández- que nos piden proyectos y no podemos llegar porque nos falta personal. Y eso ni nos lo planteamos. La filosofía con la que nacimos es la de hacer las cosas muy bien porque no puedes dejar a un cliente colgado. Cuando tocas una máquina para automatizar o mejorar los procesos se trata de palabras mayores. Si paras la máquina pierdes dinero, así que hay que hacerlo bien sí o sí».

Los responsables de la ingeniería coruñesa reconocen que tienen problemas para localizar los perfiles que necesitan, y admiten que algunos de sus clientes, interesados en contratar un profesional cualificado ahora que se han subido al carro de la industria 4.0, colisionan con el mismo muro. Ahora han puesto sus esperanzas en un FP dual de procesos de automatización que se ha puesto en marcha en Lugo y con el que esperan dar forma a una plantilla integrada por profesionales jóvenes pero a los que, en su mayoría, ya conocían del pasado.