El monasterio de Bergondo quedó a medio reparar por falta de fondos

Dolores Vázquez BERGONDO / LA VOZ

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El párroco reconoce que el arreglo no está entre sus prioridades, debido a que hay otros inmuebles religiosos en peor estado

17 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso de la casa rectoral de San Pedro de Feás en Aranga, que se desmoronó hace dos años, o el siempre calamitoso estado de la Bribes no son casos aislados dentro del patrimonio religioso de la comarca. El monasterio de Bergondo, un referente en el área metropolitana y del que existen pruebas documentales desde 1138, requiere una reforma, que ha quedado en suspenso por falta de fondos. «Non hai nada previsto porque non hai cartos por ningún lado», explica coloquialmente Rubén Aramburu, el cura que oficia en el monasterio, y que reconoce que no existe ni proyecto porque «tal como está o patrimonio, as prioridades son os edificios que están caendo, hai moitos que están peor e cando vas solicitar hai outras prioridades», admite este sacerdote, que se ocupa de la parroquia desde hace cinco años.

Aramburu afirma que «o mosteiro está pasable, estivo todo caído, mais hai 20 anos fíxose unha intervención e recuperouse, pero quedou a medias», apostilla. Es un deterioro visible en cuanto al exterior y que se traduce también al interior. El párroco de Bergondo asegura que, si bien el monasterio no está habitable, sí puede ser utilizado como local social por varias entidades y allí se reúnen desde la Asociación Contra el Cáncer, a Cáritas, el personal de catequesis y un grupo de mujeres que se dedican a la costura. «Hai bastante actividades», comenta.

Si la falta de fondos impide el acondicionamiento del inmueble, el exterior también presenta desde hace años elementos que deslucen el conjunto y a los que nadie mete mano, desde la torre de alta tensión plantada enfrente del monasterio, los vestigios de una señal informativa, o los restos de una farola que quedaron tras un accidente de tráfico ocurrido hace ya dos años.

«É complicado, están en terreo pertencente ao mosteiro, puxéronas hai anos o Concello, pero agora din que non é cousa deles porque está en terreo privado, pero a iluminación é pública, son cousas destas incomprensibles», comenta el párroco reconociendo que sus peticiones han caído, hasta el momento, en saco roto.