El río en el que está «prohibido el baño» pero a los niños les chifla

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

Alberto Mahía

La desembocadura del río Seixedo en la playa de Sabón ha sido siempre la zona preferida de los más pequeños pese a que el agua atraviesa la central térmica

29 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A los niños les encanta y a sus padres también. Porque el agua les da por la cintura, está caliente como el caldo y pueden cruzar de una orilla a otra jugando al pilla pilla sin el menor riesgo de que haya un susto. Además, se encuentra en una zona privilegiada, pues está protegida de los vientos del nordés. Pero tiene un problema aunque no le hagan ni caso. No está permitido el baño. Un cartel lo prohíbe. Pese a todo, no hay un niño en Arteixo que no haya chapuceado en sus aguas. Ni de ahora ni de siempre. El historiador arteixán Xavier Maceiras, que tiene 50 años bien llevados, recuerda que cuando era crío esa zona era de sus preferidas en verano. Ni sabe las veces que cruzo de orilla a orilla nadando y buceando. «Y aquí estoy, como un roble», bromea.

¿Por qué está prohibido el baño? Porque el agua atraviesa la central térmica de Sabón, de ahí que su temperatura sea tan alta. Además, de las instalaciones industriales sale con espuma, que se va diluyendo a medida que corre el río Seixedo hacia la costa.

Es tal el éxito de ese río que casi siempre tiene más gente bañándose que la propia playa. Y eso que es grande -son 900 metros de arena fina- y cuenta con bandera azul.

Pese al cartel que está ahí desde tiempos inmemorables pero casi nadie le hace caso, los controles o estudios que se han hecho demuestran que las aguas no están contaminadas. Aunque por la espuma lo parezca. Aparte de que la corriente la produce la limpieza de las turbinas de la central térmica, que hoy está en manos de Naturgy y mantienen un control medioambiental casi diario. Desde el Concello de Arteixo también se dice que no hay peligro alguno pese a la presencia del cartel. No obstante, precisan que el control del tramo final del río corresponde a Costas.

«Aquí venimos todos los años con los niños y se lo pasan pipa. Dos de mis hijos aprendieron a nadar en este río porque al ser tan poco caudaloso el agua les da por la cintura», contaba este jueves un padre que dice no tener miedo alguno a que exista contaminación.

Otra familia dice más o menos lo mismo. Pero puntualiza que una cosa es ahora, cuando la planta se dedica únicamente al ciclo combinado, que hace años, cuando de ahí salían todos los vertidos que procedían de la limpieza de las turbinas. De hecho, entonces se producía de vez en cuando un problema, como es la velocidad del cauce. «Ahora no tenemos de qué preocuparnos. Los niños se lo pasan bien, nosotros nos tumbamos a la orilla y los tenemos controlados. Como puedes ver, a nuestros hijos no les salió un tercer ojo», dice Antonio, «cliente fiel» de este río.

La térmica de Sabón estaba integrada por dos unidades, la antigua de fueloil de 480 MW y otra de ciclo combinado con una potencia de 400 MW que empezó a funcionar en el año 2008. La central de fuel constaba de dos grupos, que iniciaron sus operaciones en 1972. ?Ambas fueron dadas de baja en diciembre de 2011 y posteriormente desmanteladas.