La unitaria se hace fuerte en Arteixo

Toni Silva ARTEIXO / LA VOZ

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Toni Silva

Mientras la Xunta cierra 107 escuelas en 10 años, Armentón duplica su espacio para un alumnado que crece

07 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez que una escuela unitaria cierra sus puertas para siempre, la España vaciada se hace más grande, el mundo rural queda más abandonado y el edificio queda como un vestigio de la vida que ya no hay. En el último decenio, solo en Galicia se han cerrado más de cien de estas pequeñas escuelas rurales, conocidas popularmente como unitarias. Y más de la mitad de ellas (62), en la provincia de A Coruña.

Por eso lo que está pasando en un rincón verde de Arteixo es especialmente llamativo. Armentón, una parroquia entre la AC-552 y la ladera anterior a la costa de Barrañán, acaba de decidir en asamblea de sus vecinos que el espacio que iba a ser ocupado como centro social sea dividido en dos aulas para trasladar allí el colegio. Con 14 estudiantes de entre 3 y 7 años el curso pasado, en este la cifra aumentó a 17.

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De este modo, después de las Navidades, aprovechando el parón de las clases, los muebles y material de la Escuela de Educación Infantil de Rorís (así se llama la unitaria) se mudarán a la planta que está en construcción, y cuyas obras comenzaron con otro fin. En el cartel del Concello reza que esta obra, que cuesta 229.900 euros y se ejecuta en seis meses, tiene como objetivo la «ampliación del centro social de Rorís».

Pero desde el sábado pasado ya es oficial que el uso será otro. «Vino el alcalde de Arteixo y lo hablamos con él, llevábamos tiempo pensando en que sería mejor llevar a los niños a la planta de arriba y que dispusieran de dos aulas, porque hoy solo tienen una», explica Pili Loureira, directiva de la asociación de vecinos de Armentón. «Y el alcalde lo vio bien».

Cuando se construyó el actual centro social, ya se proyectó una techumbre plana para dar la posibilidad de incrementar una planta según las necesidades de la parroquia. Son 144 metros cuadrados, en cuya parte baja continuará el ambigú y otras instalaciones como un local para la práctica de música.

Pese a la cercanía con el núcleo urbano, a apenas tres kilómetros, los vecinos de Armentón prefieren esta escuela en lugar de los CEIP convencionales, como el de Ponte dos Brozos. «Aquí estudiaron mis hijos y estábamos encantados, es una educación más personalizada, para mí todo son ventajas», explica Pili.

En la puerta acristalada de la escuela, se puede leer un comunicado dirigido a las familias para informar de los cambios inminentes. El tono empleado ya da idea de la celebración: «Comprácenos anunciarvos...», dice. Además de explicar que los niños se repartirán en una aula para infantil y otra para primaria, la nueva superficie contará también de un pequeño despacho «para que o equipo docente poida realizar as tarefas administrativas».