Concello rico: regulaciones y tasas a las eléctricas para sanear las cuentas

M. Blanco REDACCIÓN / LA VOZ

ARTEIXO

CARLOS FERNANDEZ SOUSA

20 jul 2019 . Actualizado a las 18:59 h.

Arteixo es uno de los concellos gallegos que puede presumir de no tener deuda propia. Sus arcas no solo están saneadas desde hace un tiempo, sino que acumulan jugosas cantidades en forma de remanentes de tesorería: casi seis millones de euros a día de hoy. Un colchón para afrontar todas aquellas ideas que se les ocurran a los miembros del gobierno local en ámbitos tan diversos como los servicios sociales, la cultura, el deporte... Detrás de esta envidiable posición financiera confluyen dos factores: la presencia de un potente sector industrial en el polígono de Sabón (sede, entre otras muchas, de los servicios centrales de Inditex) y la decidida apuesta por regular e impulsar la política de tasas de carácter empresarial.

Las que mayor recorrido mediático han tenido han sido dos ordenanzas municipales que gravan a las compañías energéticas y que han sido contestadas en los tribunales por las propias afectadas. Por ahora, con escasa fortuna. El Concello de Arteixo, de hecho, acaba de ganar un juicio contra la tasa que obliga a las comercializadoras eléctricas a pagar un 1,5 % de lo que facturan en el ayuntamiento. El otro tributo es por el uso que las empresas gasísticas o firmas como Red Eléctrica hacen del dominio público al desplegar sus redes de distribución. «Estas dos ordenanzas -explica José Baldomero Vázquez, economista y concejal de Hacienda del municipio coruñés- nos han permitido consolidar en los presupuestos unos ingresos de unos tres millones de euros al año».

Paralelamente, el Concello ha regularizado los impuestos que pagan las firmas localizadas en Arteixo, que llevaban muchos años sin ser revisados y que suponían una merma para las arcas municipales. «Obligamos a las empresas a actualizar sus datos de proceso productivo, lo que nos permitió optimizar la recaudación. Las empresas no han protestado y todo este trabajo se ha realizado con mucha normalidad porque en realidad llevaban años sin liquidar lo que les correspondía», detalla el edil.

Vázquez insiste en que Arteixo no ha elevado su carga fiscal -«nuestro IBI es el más barato de Galicia», asegura-, sino que ha centrado sus esfuerzos en normalizar y supervisar la liquidación de impuestos, que cada uno pague lo que le corresponde, en definitiva.

El tercer pilar que completa este círculo virtuoso es una pirámide demográfica envidiable en la comparativa con el conjunto de la comunidad. Arteixo es uno de los concellos más jóvenes de Galicia gracias precisamente a la presencia de un tejido industrial que atrae población en edad activa, una coyuntura que se acelerará en cuanto esté operativo el nuevo polígono de Morás, que pondrá en circulación millones de metros cuadrados.

Gracias a todo ello, en apenas tres años el Concello ha pasado de un presupuesto de 28 millones de euros a casi 41 millones este año. El 2018 cerró con un superávit de 2,5 millones y el remanente actual es de seis millones. Arteixo, definitivamente, es tierra fértil.