¿Qué ocurre en el barrio de As Eiras?

caterina devesa ARTEIXO / LA VOZ

ARTEIXO

F.MOLEZÚN

El incendio del lunes se suma al parón de los derribos y los vecinos alertan de la presencia de toxicómanos

19 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos del barrio de As Eiras, uno de los más antiguos de Meicende, siguen sin ver la luz al final del túnel. A pesar del proyecto anunciado por el Concello para regenerar la zona, la continua presencia de toxicómanos preocupa a los residentes de un área que la madrugada del lunes sufrió un nuevo susto al ver cómo una de las viviendas expropiadas por el gobierno local ardía.

Incendio de madrugada

Sin heridos. La casa que se incendió durante la madrugada del lunes no dejó ningún herido. En el momento en el que se originó el fuego un indigente se encontraba en el interior, pero logró salir por una de las ventanas. Los bomberos trabajaron para extinguir el fuego, pero indicaron que debido a la abundante basura que se encontraba apilada en la zona y al mal estado del inmueble les resultó imposible acceder al interior por temor a que se derrumbase. De momento se desconocen las causas que provocaron el incendio. Asimismo, durante la mañana de ayer varios vecinos alertaron de la presencia de humo en la zona. Las autoridades explicaron que se trataba de pequeños focos que no habían terminado de arder, pero que no suponían un peligro.

  

Demoliciones pendientes

Un vecino se niega a irse. El incendio tuvo lugar precisamente en una de las viviendas que forman parte del grupo que el Concello tiene pendiente demoler en As Eiras. El proyecto continúa parado después de que un vecino, Isolino, acudiese al Valedor do Pobo para frenar el derribo de una casa en la que asegura llevar viviendo unos cincuenta años. El Concello indica que el inmueble ha sido expropiado y que en el registro figura otro propietario. Sin embargo, el vecino explica que él adquirió la vivienda hace muchos años tras la muerte de su dueño, pero que carece del papel que firmó cuando formalizó la operación. Ahora Isolino espera a llegar un acuerdo con el gobierno dirigido por Carlos Calvelo, pero asegura que no se irá de su casa sin que le ofrezcan una indemnización o le faciliten otro lugar para vivir.

  

Urbanizar el área

El proyecto municipal. Con el objetivo de recuperar una zona que, de acuerdo con el ejecutivo municipal, «se había convertido en un foco de problemas de corte social por el trapicheo de drogas», el Concello puso en marcha un proyecto para construir una nueva calle con una inversión de 146.000. Para ello, se expropiaron doce viviendas de las que ocho ya han sido demolidas. Las obras para derribar las cuatro que faltan continúan paradas a la espera de que el Ayuntamiento llegue a un acuerdo con el vecino que se niega a abandonar su vivienda.

  

Preocupación vecinal

Punto de venta de droga. Vecinos de la zona, como Eva Vázquez, indican que en los últimos días varios toxicómanos se han instalado en las casas expropiadas que esperan a ser demolidas. Asimismo, manifiestan que la medida del Concello no acabará con la venta de droga, ya que el inmueble en el que se realizan las operaciones no está incluido en el proyecto y seguirá en pie.