El puesto de vigilante de playa es uno de los más demandados por los jóvenes para ganar sus primeros ingresos
08 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Con solo 16 años Nicole ya ha inaugurado su vida laboral. Esta joven de Arteixo acaba de comenzar la temporada de socorrismo en las playas del municipio, gracias en parte a su afición deportiva en el club de salvamento deportivo. El domingo 16 de septiembre será su última jornada. «Y el lunes siguiente ya empiezo las clases», sonríe. «Con esto me saco un dinerito aunque no tengo un gasto descomunal. Son experiencias únicas, esto te hace más independiente», indica Nicole. «Descansaré cuando cuadre, esto tampoco es muy cansado». De momento no ha sufrido ningún susto, así que todo en orden pero aprovecha para recomendar cuidado con los escarapotes al menos en los arenales de Sabón y O Rañal, donde se encuentra estos días. «Atendemos una media de cinco personas al día por este problema».
Su compañero Joel Carro sí tiene unas mayores necesidades de ingresos veraniegos para amortiguar los gastos del invierno. Estudia Ingeniería mecánica en Vigo. Esta no es su primera experiencia laboral pero sí su primer contrato. «Alguna vez había hecho de canguro», recuerda. «Todo lo que saco este verano me lo gastaré en la Universidad». Y el próximo curso se incorporará una semana tarde por culpa del trabajo. Tiene 20 años, es vecino de Vilarrodís, también participa en el club de Salvamento de Arteixo (muy laureado en las últimas temporadas), y es un joven de sinergias: le gusta le playa, así que, si ya de paso le pagan por estar en ella, miel sobre hojuelas. No se ve como socorrista toda la vida pero sí durante unos cuantos años, al menos mientras duren los estudios. «Me quedan dos años de carrera, me gustaría hacer otros dos años de máster, y si puedo, también el doctorado... durante todo ese tiempo mi plan para los veranos es estar siempre en Arteixo como socorrista», cuenta. Así pasarán este verano. De 12.00 a 20.30 en cada jornada laboral. Y turnándose por todas las playas de Arteixo. ¿Combouzas también? «También -dice Nicole-. De hecho ya me ha tocado. Y todo normal. Otra experiencia».