«En los despachos de Fomento no saben ni por dónde cae el enlace de la A-6»

Toni Silva ARTEIXO / LA VOZ

ARTEIXO

Ángel Manso

El peaje de la AG-55 y el contencioso del agua marcarán la agenda del último año de Calvelo antes de las elecciones

02 feb 2018 . Actualizado a las 09:00 h.

Hay muchos lugares más ordenados que el despacho de Carlos Calvelo (Arteixo, 1974). Tanto papel desperdigado sobre su mesa invita a pensar en una gestión poliédrica con numerosos frentes abiertos: mapas, gráficos e informes de muy diversa temática transmiten la idea de un ayuntamiento en movimiento que sigue batiendo sus propias marcas demográficas. Y con algunos de esos expedientes -la eliminación del peaje de Pastoriza o el pleito con Aqualia- al alcalde le cuesta no perder los papeles.

-A falta de año y poco para las elecciones municipales, ¿está donde preveía o lleva deberes retrasados?

-En la planificación de las actuaciones estamos bastante bien. Se ha trabajado bastante en los proyectos, en los trámites administrativos... Probablemente nos falte tiempo de ejecución, será imposible terminar todo lo que tenemos planeado, pero más o menos llegamos a nuestra previsión.

-Estaba previsto que el 1 de enero se estrenara el servicio municipal de basura, que implicó incluso una reestructuración del equipo de gobierno. A día de hoy, ¿se cobra la nueva tarifa de 98 euros?

-Sí, ya se ha bajado el recibo a los vecinos de Arteixo. Tenemos un acuerdo con el Consorcio, es positivo para los concellos que, aunque nos vayamos, mantengamos una buena relación. Tenemos plazo hasta junio para que entre a funcionar nuestro propio equipo de basura.

-Estos días están imbuidos en la rocambolesca sentencia de Aqualia, rectificada «por un error informático», y han alegado a la Unión Europea el nuevo tramo de conexión del puerto con la A-6. ¿No están cayendo en una excesiva judicialización que, al fin y al cabo, todo lo ralentiza?

-Si quieres defender los intereses de los vecinos de Arteixo a veces no queda más remedio que acudir a la vía jurídica. En el caso de Aqualia no ha quedado más remedio. Son 13 millones de euros, más del 35 % del presupuesto del Concello, y lo más importante, se han quedado con un dinero de los vecinos de Arteixo. Y sobre la A-6, no me gusta tener que llevar a Fomento a un contencioso. Pero no queda otra si no te hacen caso cuando adviertes que van a incurrir en un daño histórico.

-Volviendo a Aqualia, ¿Arteixo le está marcando el camino a otros ayuntamientos para una mayor vigilancia a las empresas concesionarias?

-Pues un poco esa sensación sí que tenemos. Muchas veces los concellos no tienen esos mecanismos de control. En el caso de Aqualia, es evidente que la sentencia va a tener un efecto arrastre en muchísimas concesiones, o los propios contratos de Aqualia en otros lugares. Se está advirtiendo que la firma actúa siempre de la misma forma: se presenta con un contrato a la baja y luego lo incumple. Creo que el precedente de Arteixo les va a salpicar en otros puntos de España.

-Se ha enfrentado con Fomento, con Audasa, con la Xunta, con diferentes cargos del PP... ¿qué puentes le quedan fuera del Ayuntamiento?

-Da la sensación de que en los despachos de Fomento no saben ni por dónde cae el enlace de la A-6. Cuando les planteas qué van a hacer con los carriles de la vergüenza -22 millones que quedarán sin uso-, y te dicen que no lo saben, ya no es que nosotros no tendamos puentes, es que los está derribando el propio Ministerio. Por eso debo pelear hasta la última instancia la eliminación del peaje, es mi obligación como alcalde de Arteixo. Aquí el beneficio va a ser para la concesionaria.

-Las grandes infraestructuras como las vías, los polígonos, el puerto exterior, el ferrocarril... copan el discurso de Arteixo. ¿No teme transmitir la idea de un municipio de hormigón con poco espacio para los vecinos?

-Lo que debemos hacer es defender los intereses de los vecinos para que esas infraestructuras redunden en una mayor calidad de vida. Un puerto exterior traerá sus cosas buenas, como ampliar los ingresos del Concello, y sus cosas malas, como la actividad pesada. Al final, esos ingresos económicos tienen que servir para elevar la calidad de vida de los vecinos.

-¿Y hay suelo residencial?

-Está repartido en distintos núcleos, como Pastoriza, Meicende, Vilarrodís y Arteixo, aquí desde la rotonda de Sabón hasta el cruce de Candame hay una gran bolsa de suelo, donde se harán viviendas y equipamientos. Hay que compaginar el desarrollo industrial con una manera sostenible de vivir de los vecinos.

«¿En deuda con algún lugar? Quizá con Vilarrodís»

En el 2017, Arteixo superó los 31.000 empadronados.

-Pero el crecimiento demográfico está comprometiendo los recursos educativos. Se proyecta un nuevo colegio pero también piden un instituto.

-En lo que compete al Concello, es decir, buscar suelo para desarrollar la obra, tenemos que pensar ya en hacer la reserva de terreno para hacer un instituto, crear una mini ciudad educativa. Se trata de trabajar con un mínimo de planificación.

-Los fondos Edusi aportarán más de 5 millones de euros. Usted insiste en que algunos proyectos los pacta con la oposición. ¿Los pacta o los asume?

-Pues, por ejemplo, el transporte público entre las parroquias lo propone la oposición, es así, y entonces nosotros añadimos lo de crear una línea urbana que conecte los grandes núcleos, un aspecto que también ha sido bien visto por la oposición. Pero sí, la idea global del transporte ha partido de la oposición.

-¿Cuál es la parroquia con la que más se siente en deuda?

-¿En deuda con algún lugar? Si hay una población con la que tenemos una deuda histórica es Vilarrodís. A día de hoy carece de equipamientos e infraestructuras necesarias, sobre todo deportivas y sociales, quizá por la configuración geográfica, tan alargada y de crecimiento a lo largo de la carretera. Por eso ahora queremos hacer una nueva instalación deportiva y un gran parque.