Arteixo, 32.000 y subiendo

Toni Silva ARTEIXO / LA VOZ

ARTEIXO

MARCOS MÍGUEZ

El repunte del polígono de Sabón ha acelerado el crecimiento demográfico de este municipio industrial

22 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Arteixo ha celebrado esta semana una cifra redonda. En la recta final del 2017, el padrón acaba de superar los 32.000 vecinos, una tendencia ascendente que no tiene horizontes de cambio. En una comunidad autónoma en la que dos tercios de los municipios ven más muertes que alumbramientos, aquí ya van 20 años consecutivos con la inercia contraria, los nacimientos siempre superan a los decesos. Además, en el último decenio Arteixo es el municipio del área coruñesa que más ha crecido en términos absolutos, según datos del INE, más incluso que Oleiros, el concello más poblado de la comarca tras la gran ciudad.

Los expertos en demografía señalan el factor trabajo como clave en la consolidación e incremento de población. Así que el polígono de Sabón, con el gigante Inditex a la cabeza, ha revolucionado las estadísticas de este municipio que apenas superaba los 20.000 vecinos hace 20 años. Y hoy, cada día laborable en Arteixo llegan a coincidir casi 40.000 personas gracias, entre otros, a los 8.000 trabajadores que se concentran en Sabón (de los cuales, Inditex aporta aproximadamente la mitad).

«En los últimos años hemos notado un importante trasvase de familias a Arteixo, en parte por su condición de entorno residencial de A Coruña, ya que aquí la vivienda es más barata, pero sobre todo porque se concentran muchas empresas que dan empleo», explica Marta Marzoa, gerente de la Asociación de Empresarios del Polígono de Sabón, un recinto que roza el cien por cien de ocupación de sus parcelas. Y todo ese volumen de empleados afecta directamente a la economía local, y no solo por los que optan por empadronarse en Arteixo. «Muchos trabajadores de Sabón, pese a vivir en otros municipios, acuden a los negocios locales para hacer la compra, cortarse el pelo, comprar un regalo... durante sus horas de descanso, y ya no hablemos de la hostelería», explica Marzoa.

Y todo ese bum laboral ha modificado el perfil residencial de Arteixo. «Cuando vas a un parque notas que muchas caras de padres no te suenan, sabes que no son de aquí», explica Vanessa Martínez, natural de Barrañán y directora de la escuela infantil municipal, cuyas 122 plazas se han quedado escasas en los últimos años. «Cuando entré a trabajar aquí hace 15 teníamos aulas vacías», recuerda. Y con el tiempo es muy habitual hacer aulas mixtas (mezclando edades) para dar cabida a toda la demanda y reducir listas de espera.

Arteixo tiene además dos escuelas de la red Galiña Azul, pero ni así. «Notamos que los padres cada vez son más jóvenes, el primer hijo ahora lo tienen con 25-28 años, antes pasaban de los 30», añade la directora, que destaca la procedencia foránea de una buena parte de los usuarios. «La mayoría no son de Arteixo, y muchos incluso de fuera de Galicia», apostilla. Su testimonio coincide con los datos aportados por el Ayuntamiento sobre los nuevos empadronados del 2017, con casi 1.300 nuevas altas, de las que 151 proceden del extranjero, unas 30 de Madrid y Barcelona y casi 700 de la ciudad de A Coruña (485) y el entorno, destacando las 49 de Carballo y las 45 de Culleredo.

Urge la construcción de nuevos centros educativos

Hace apenas siete años que se inauguró el CEIP Arteixo, con algo más de 600 alumnos, ante la saturación del Ponte dos Brozos (hoy, 1.225 estudiantes). Pero la población en Arteixo crece tan rápido que ya urge un nuevo replanteamiento de las infraestructuras educativas. «Volverán ampliar o comedor, hai que facer dobre turno, e iso que hai pouco se fixo unha reforma», explica Paula Suárez, miembro de la AMPA del Ponte dos Brozos, donde las aulas ya han alcanzado el máximo ratio legal de alumnos. El Ayuntamiento ya ha señalado unos terrenos próximos al centro de salud para la construcción de un nuevo colegio y un instituto. «Los colegios están a tope, aunque quedan algunas plazas en los de Meicende y Galán, pero ya estamos en contacto con la Xunta para apurar los trámites de los nuevos», explica el alcalde, Carlos Calvelo. Es este el punto más peliagudo del constante crecimiento demográfico, pero la mayoría de vecinos autóctonos ve muy positiva la llegada de foráneos al concello. «Ahí está la gran piscina y otras instalaciones deportivas que se han construido en los últimos años -explica Juana Iglesias, secretaria de la Asociación de Jubilados de Arteixo-; cuando éramos menos teníamos menos servicios».

El polígono de Morás y el puerto exterior pueden ayudar a conseguir una de las pretensiones del alcalde: ser la octava población de Galicia en 15 años.