El Puerto toma cuenta de la renuncia de Pemex y prevé que Deep Water empiece a funcionar en el 2019

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

EDUARDO PÉREZ

01 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El consejo de administración de la Autoridad Portuaria tomó ayer cuenta de la carta enviada por la petrolera estatal mexicana, Pemex, en la que renuncia a la concesión de 30.000 metros cuadrados que había solicitado en punta Langosteira en el 2012, con el fin de construir una terminal de almacenamiento y distribución de gasolinas con destino al mercado interno del país norteamericano.

La misiva también señala que la compañía podría reconsiderar la decisión si mejora sus situación financiera interna, y si varían las circunstancias del mercado, que en la actualidad favorecen la importación de gasolinas desde Estados Unidos, donde su precio se ha reducido gracias a la polémica técnica del fracking.

La marcha de Pemex se ha visto amortiguada por el interés de Deep Water, una firma española, de construir una terminal de distribución de hidrocarburos que ocupará una parcela de 45.100 metros cuadrados y en la que está previsto invertir 30 millones de euros. El consejo de administración fue informado ayer de que solo se ha presentado una alegación al proyecto por parte de Repsol, que ha solicitado que la planta no interfiera con sus operaciones en Langosteira.

Está previsto que la terminal de Deep Water empiece a funcionar en el 2019, una vez que finalice su tramitación ambiental.

Además, el consejo de administración concedió permiso a la empresa Galigrain para llevar a cabo una ampliación de sus instalaciones en punta Langosteira de 7.450 metros cuadrados. La empresa estibadora ocupará así una parcela de 35.600 metros.

Finalmente, el órgano de gobierno de la Autoridad Portuaria aprobó la licitación de las obras de un nuevo muelle en el puerto exterior. Medirá 350 metros con calados de entre 22 y 16 metros. La obra costará cerca de 24,4 millones y también incluye una mejora de calado en el canal de acceso. Los trabajos estarán listos en el 2019 y supondrán un incremento de la línea de atraque del puerto exterior hasta los 1.550 metros.