La llegada de Deep Water al puerto exterior amortigua el adiós de Pemex

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

cedida

Está previsto que la terminal petrolera genere unos tres millones de euros anuales

30 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La llegada punta Langosteira de la empresa española Deep Water Oil Transhipment Hub aportará unos ingresos anuales de unos tres millones de euros a la Autoridad Portuaria, lo que supone un 11 % de los 27,6 millones facturados en el 2016. Su desembarco amortigua la pérdida de las inversiones previstas por Pemex. La petrolera estatal de México había solicitado 30.000 metros cuadrados para construir una planta de almacenamiento y distribución de gasolinas con destino al mercado mexicano. Su inversión de 60 millones de euros no llegó a materializarse, y ya el año pasado se daba por hecho que no se produciría. La empresa norteamericana confirmó ese extremo esta semana, cuando envió una carta a la Autoridad Portuaria en la que anuncia su abandono del proyecto hasta que mejore la situación de sus finanzas internas, y no cambien las condiciones de mercado -que hacen más rentables las gasolinas de EE. UU.-.

La renuncia de Pemex fue calificada de «naufraxio» por parte de la Marea, que pidió que el modelo del puerto se «repense» sin basarlo en «promesas falsas».

El futuro pasa ahora por Deep Water, que ha solicitado 45.100 metros cuadrados en el puerto exterior con la finalidad de construir una terminal de hidrocarburos, desde la que se distribuirán petróleo y derivados como nafta, gasolina, queroseno y otros. Contará con nueve tanques con 347.000 metros cúbicos, y requerirá una inversión de 30 millones.

Las estimaciones conservadoras prevén que los tanques hagan ocho rotaciones anuales, lo que supondría la distribución de unos 2,77 millones de metros cúbicos de graneles líquidos cada año. Esa cantidad, de acuerdo a las tasas que cobra en la actualidad la Autoridad Portuaria, supondría los citados tres millones de euros de ingresos anuales para la institución dependiente del Ministerio de Fomento.

El interés de Deep Water, una empresa impulsada por el exdirector del puerto de Melilla y vicepresidente de la patronal de los inversores en puertos, José Luis Almazán, se confirmó en marzo, cuando la compañía solicitó espacio para construir su terminal.

Una sola alegación de Repsol

El proyecto de Deep Water ya ha superado el período de exposición pública. En este tiempo solo se ha presentado una alegación. Está firmada por Repsol, que tiene previsto trasladar toda su actividad en los muelles interiores -incluyendo la carga y descarga de graneles líquidos- a punta Langosteira. La reclamación solicita una garantía de que las actividades de Deep Water no interferirán con las suyas, y que se recuerde que es posible que amplíe su concesión en Langosteira.

Ese segundo punto de la alegación tiene lecturas positivas. Repsol ha solicitado por ahora 30.000 metros cuadrados en la dársena, pero la firma petrolera se ha reservado la posibilidad de ocupar otros 285.000 metros, con el fin de completar el traslado de todas sus instalaciones al puerto.

Por el momento, Repsol ya ha movido a Langosteira todo el tráfico de graneles sólidos, principalmente coque y azufre, que antes se desarrollaba en los puertos interiores. La previsión era que en el 2018 estuviesen completadas las obras para permitir también el traslado de graneles líquidos, aunque es seguro que la operación se retrasará al menos durante varios meses.

El trámite medioambiental

En cualquier caso, todo indica que la alegación de Repsol será incorporada el proyecto de Deep Water, que a continuación deberá completar los trámites ambientales de su concesión. Ese procedimiento debe ser solicitado y gestionado por la propia compañía. Podría tardar cerca de un año en estar completado, y en caso de que sea favorable la firma ya podría proceder a construir su instalación en el puerto exterior.

Langosteira tiene garantizadas 12 concesiones que suman inversiones por 185 millones

Además de los 30 millones de euros de inversión previstos por la compañía Deep Water, Langosteira ya ha sido escenario del gasto de otros 30 millones procedentes de otros proyectos de los distintos operadores portuarios.

A esos 60 millones hay que sumar los 125 que tiene previsto invertir Repsol para trasladar todas sus operaciones al puerto exterior. La petrolera ha solicitado allí 30.000 metros cuadrados, aunque como ya se ha indicado tiene en reserva la posibilidad de expandirse por otros 285.000 metros más. Deep Water, por su parte, ha solicitado cerca de 45.100 metros cuadrados. A esos 75.100 metros hay que sumar los reservados, concesionados o comprometidos a otros operadores, de forma que el total asciende a 255.000 metros. Para facilitar esas actividades, en el 2019 terminará la ampliación de la línea de atraque a 1.550 metros lineales.