Fenosa y Arteixo recuerdan que mantener la chimenea sería muy caro

Antón S. Rodríguez ARTEIXO / LA VOZ

ARTEIXO

F. REI

Aplauden las propuestas de Arquitectura para la torre de hormigón, «pero en un año se habrá eliminado»

11 jul 2017 . Actualizado a las 13:35 h.

Era una propuesta jocosa y original por parte de la Escuela de Arquitectura. A modo de ensayo, varios alumnos idearon posibles reconversiones de la chimenea de la térmica de Sabón, una mole de hormigón sobre la que ya han iniciado las labores de desmontaje de sus 200 metros de altura. Entre las propuestas se recogieron simpáticos diseños, como una columna clásica gigante rematada en un capitel corintio, un aerogenerador, o incluso una nave espacial en posición de despegue. El mensaje de todo ello era dar una segunda oportunidad a esta instalación. Según palabras del profesor de Proyectos, Cristóbal Crespo, tirar la chimenea puede ser un segundo error después del primero, el haberla construido.

La propuesta, recogida ayer en las páginas de La Voz, arrancó sonrisas en las instalaciones de Gas Natural Fenosa, titular de la chimenea. «Por un momento pensamos que era el Día de los Inocentes», explican desde la compañía energética, donde aplauden la originalidad de las propuestas. También se lo tomaron con humor en la sede del Concello de Arteixo. «Siempre es interesante que los alumnos de arquitectura realicen propuestas novedosas porque es una manera de innovar y de favorecer el desarrollo académico», indicaron. Pero tanto el Ayuntamiento como la propia compañía recuerdan que mantener esta estructura no sale precisamente gratis por los altos costes de mantenimiento que acarrea. «Este tipo de propuestas suponen también una inversión muy alta que habría que ver quién estaría dispuesto a asumir», apostillan desde el Concello de Arteixo.

Y desde la compañía consideran otro hito -no arquitectónico, sino técnico-, el hecho de desmantelar la chimenea más alta que va a ser demolida en todo el país, como avanzó la responsable del Ciclo Combinado, Irma González, cuando se presentó el proyecto de demolición, una laboriosa obra de desmontaje que llevará más de un año de trabajo y que supondrá un gasto de cinco millones de euros.

Desde hace varios meses, la boca de la chimenea presenta una estructura metálica, necesaria para el desmontaje interno. En Fenosa prevén que a partir de octubre se pueda ya observar cómo se reduce esa punta pintada de rojo y blanco, para finalizar, si se cumplen los plazos, en marzo o abril del 2018. Los trabajos corren a cargo de sesenta operarios de la empresa Afesa Medio Ambiente SA, quienes ya han hecho desaparecer una torre vecina de 70 metros.

La central térmica de Sabón inició su actividad en 1972 con dos grupos de producción de energía eléctrica que utilizaban fueloil. En el 2008 ya empezó a funcionar el grupo de ciclo combinado, alimentado de gas natural, y que hacía inútil la presencia de las dos chimeneas.

Enfilaciones lumínicas

Y mientras estas se derriban, la Autoridad Portuaria ha colocado otras señales más modestas en tamaño, pero con una importante labor en materia de seguridad al tiempo que se hacía operativo el puerto de Langosteira las 24 horas del día. Para ello, se han instalado dos torres, de 8 y 14 metros en el entorno de la playa de Sabón.

Ambas están dotadas con linternas cuyo alcance diurno llega a las cuatro millas (entorno a siete kilómetros y medio) de distancia. La colocación de ambas estructuras costaron cerca de 125.000 euros y están dotadas con equipos de alimentación solar y pararrayos.