Envían a prisión a dos hombres por intentar arrollar a policías de Arteixo

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

Los agentes, que tuvieron que disparar al aire, los persiguieron hasta un monte

02 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos avezados delincuentes iban a cometer un delito de poca monta en un punto de recogida de materiales inorgánicos en Arteixo y terminaron el día imputados por cuatro. Un hecho que podría haber sido un simple hurto de chatarra se torció de tal manera aquel 12 de marzo del 2014 que finalmente acabaron siendo perseguidos por conducción temeraria, robo de vehículo, atentado a la autoridad e intento de robo. El mes pasado se celebró el juicio y terminaron condenados a seis años de prisión.

Y menos mal. Porque pudieron haber matado a dos agentes de la Policía Local de Arteixo si estos no tuvieran la agilidad de lanzarse a la cuneta cuando el que conducía el coche aquel día intentó pasarles por encima tras recibir el alto.

La cosa comenzó en el centro de recogida de residuos sólidos urbanos. Los delincuentes se presentaron en la zona por la noche y comenzaron a dar vueltas en busca de un agujero por el que colarse. Fueron vistos por un guardia de seguridad, al que le llamó la atención la actitud sospechosa de los que iban en aquel coche. Al lugar se desplazó una patrulla de agentes municipales. Nada más llegar, vieron el vehículo a lo lejos. Se bajaron del coche y cuando ordenaban al conductor que se detuviera, este aceleró y dirigió el automóvil hacia los policías, que tuvieron que lanzarse a la cuneta para evitar ser arrollados.

Comenzó entonces una persecución. Llegaron a la autopista de Carballo con la patrulla tras ellos. Según cuenta el atestado, lo hacían a una velocidad superior a los 165 kilómetros por hora. Salieron de la AG-55 y se dirigieron hacia un monte. Siempre con el coche patrulla pisándoles los talones. Pero llegados a un punto, el vehículo de los rateros quedó atrapado en el fango. Los agentes bajaron de nuevo del coche y se dirigieron al de los perseguidos. Lejos de entregarse y pedir perdón, el conductor empezó a dar acelerones. Su coche estuvo a punto de alcanzar a los policías, que no tuvieron más remedio que disparar al aire para que depusieran su actitud. Ni con esas. En un momento dado, salieron del vehículo y emprendieron la huida monte a través, perdiéndose en la noche. Días después fueron detenidos. En el coche, que había sido sustraído unos días antes y dentro había herramientas para robar.