Un paso más hacia la futura fachada marítima de la ciudad

La Voz

ARTEIXO

22 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue el urbanista catalán Joan Busquets, autor del Plan General de Ordenación Municipal y del Plan Especial de Reforma de los Espacios Portuarios, el que dibujó la futura fachada de la ciudad en la zona portuaria. Lo hizo a comienzos del 2004 y doce años después se han dado pasos importantes. Pero faltan otros muchos. Uno de ellos es la mudanza definitiva de Repsol que ahora comienza.

De la cabeza de Busquets salió el sumar una imagen impactante de la urbe, adecuada al nuevo siglo XXI, en los muelles de Calvo Sotelo y Batería, en la que incluyó la construcción de hasta seis edificios de singular carácter arquitectónico. Ese nuevo mascarón de proa de la ciudad no sería de uso residencial, pues el espacio para viviendas está inicialmente reservado para la superficie portuaria liberada en los muelles de San Diego.

Para Calvo Sotelo y Batería, el catalán proyectó una serie de edificios con un máximo de ocho alturas que «habrán de tener un plus de calidad arquitectónica».

El diseño original de Busquets data del 2004, aunque no fue incorporado al planeamiento urbanístico de la ciudad hasta años después, cuando se aprobó de forma definitiva el nuevo PGOM. En el desarrollo se preveía iniciar la construcción de los dos edificios emblemáticos en el muelle de Batería, para, a continuación, subastar los espacios en Calvo Sotelo.

La intención del urbanista pasa por optimizar al máximo los espacios portuarios liberados por el traslado del grueso de las actividades contaminantes a punta Langosteira. El objetivo marcado por el entonces presidente del Puerto, Macario Fernández-Alonso, y los regidores de la época, Francisco Vázquez y Javier Losada, era conseguir, con la comercialización de los solares «al menos un tercio» de los 600 millones que se calculaba costaría la nueva dársena. Y Busquets recogió el guante con la intención de disponer de una fachada marítima emblemática, «unas nuevas galerías del siglo XXI», llegó a decir, con el objetivo de recaudar unos 200 millones de euros, mediante la venta de las parcelas institucionales y de la construcción de algo más de dos mil pisos en San Diego. La pieza que cambiará la fisonomía de la fachada portuaria dispone de una superficie total de casi 90.000 metros cuadrados, de los cuales 50.000 serían urbanizables. Ya Ana Pastor, cuando era ministra de Fomento, transmitió al alcalde Xulio Ferreiro, lo mismo que ya le había dicho con anterioridad el presidente de la Autoridad Portuaria: «Lo más inmediato es vender los terrenos porque en breve hay que empezar a pagar el principal del préstamo y cumplir con el convenio suscrito en el 2005 que garantiza la viabilidad económica del proyecto de construcción del puerto exterior de punta Langosteira».

Ana Pastor pidió a Ferreiro «que tenga lealtad institucional lógica y cumpla los acuerdos firmados por sus antecesores».

Por su parte, Ferreiro indicó entonces que «o que podía ser unha polémica non o é, senón unha análise compartida que temos da difícil situación financeira da Autoridade Portuaria. O comprendemos, pero tamén a ministra comprenda a importancia que eses terreos teñen para a cidade».