El museo del automóvil, una gran oportunidad

Andrés Precedo TRIBUNA ABIERTA

ARTEIXO

05 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los museos del automóvil son uno de los grandes atractivos turísticos y culturales para las ciudades donde se ubican. La experiencia de las ciudades alemanas con los museos históricos de Mercedes, de Porsche o de BMV así lo evidencia. Lo mismo ocurre en Estados Unidos. Recuerdo que hace ya muchos años, cuando visite Detroit, lo primero que me enseñaron fue el museo de la Ford.

La posibilidad de construir en la comarca coruñesa un museo de este tipo sería un factor muy positivo para el posicionamiento de la ciudad en el ámbito turístico y cultural, completando muy bien la red de museos científicos y técnicos, principalmente el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt).

La idea, y el proyecto, llevan ya demasiado tiempo circulando por los periódicos y por los despachos y, dada la envergadura del contenido de la Fundación Jorge Jove, resulta verdaderamente inaudito. No creo que en ninguna otra ciudad española esa posibilidad despertara menos interés que aquí. Al contrario, sería una joya que apoyarían con máxima atención, porque se trata de una de las mejores colecciones europeas de coches antiguos.

Bens no fue la mejor idea

Probablemente la recalificación de una zona verde pública, el parque de Bens, para situarlo allí no fue la mejor idea, desde el punto de vista político y operativo al menos, y provocó que solo con su anuncio se creara una asociación en defensa del parque a la que pronto se sumaron miles de firmas. Pero eso no debería impedir que se ofrecieran otras localizaciones.

Por eso me llama la atención que ningún concello del área metropolitana coruñesa mostrara interés alguno por albergar el museo y centro de documentación anexo, cuando para cualquiera de ellos sería un factor de atracción de visitantes y contribuiría a mejorar su posicionamiento en el área metropolitana y su proyección exterior.

Culleredo, Arteixo, Bergondo...

Pienso en Culleredo, en Arteixo, donde se guarda actualmente la colección, en A Laracha, en Sada, en Bergondo o en cualquier otro. Cualquiera de ellos podría ser adecuado, aunque lógicamente la mejor ubicación estaría en el propio municipio coruñés. Sea como fuere, cualquier solución es buena, con tal de que la falta de interés o de decisión deje escapar esta magnífica oportunidad a otro lugar. Me consta que anteriormente Vigo y Santiago ya lo tantearon, y ahora parece que Ferrol entra en el mapa de localizaciones. No sería una mala solución, principalmente para la ciudad elegida, pero la lógica nos dice que dicha colección debería permanecer donde está, porque si malo es que una ciudad como A Coruña no consiga atraer inversiones nuevas, mucho peor es que se pierdan las oportunidades existentes. Eso no ha había pasado casi nunca.