Tres colchones para reflexionar

Toni Silva ARTEIXO / LA VOZ

ARTEIXO

Imagen de los colchones en Pastoriza el pasado jueves.
Imagen de los colchones en Pastoriza el pasado jueves. S. Rodríguez

Residuos sin control en Pastoriza llevan al hartazgo al Concello de Arteixo, que gasta 40.000 euros al año en eliminar vertederos

08 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Mediodía del jueves 5 de mayo. Tres colchones descansan sobre un contenedor en el cruce hacia el santuario de Pastoriza, en Arteixo. Más que un depósito, la incívica escena representa una intención muy desafortunada: el lugar elegido para colocarlos (el exterior de un contenedor) parece dotar a estos tres colchones de la consideración de basura, de desecho, de firme propósito de que el dueño ya no los quiere. Por eso no los ha dejado junto a una cabina de teléfono, ante la puerta de Correos o al lado de un semáforo. Al ponerlos aquí el propietario viene a decir a quien corresponda «desháganse de ellos, es basura». Lo que no ha pensado (o quizá sí) es que su gesto es tan desechable como el objeto abandonado.

La escena de Pastoriza no es, lamentablemente, un hecho aislado. Quizá esta escuece más porque a solo cuatro kilómetros se encuentra el punto limpio de Arteixo, en el polígono de Sabón. Desde el Ayuntamiento reconocen que cada vez son más los vecinos que acuden a él para dejar esos desperdicios vetados en el camión de la basura. Pero el resultado no es el mismo cuando tales desechos proceden de las empresas. Porque esta ha de pagar por lo que deja mientras que al vecino individual le sale gratis el depósito. «Lo que más aparecen son montones de colchones, electrodomésticos, escombro de obra y embalaje, y suelen provenir del montaje de mobiliario de tiendas o pequeñas empresas», explican desde el Concello de Arteixo, que aporta un dato para la reflexión: el Ayuntamiento gasta anualmente alrededor de 40.000 euros por la eliminación de vertederos incontrolados, el equivalente a la instalación de juegos en un parque infantil. Así que al daño medioambiental se añade el desgaste en la arcas comunitarias de todos los vecinos.

El retraso en la sensibilización vecinal está costando demasiado y no solo en Arteixo, sino en toda la comarca. Recientemente el alcalde de Vilarmaior denunciaba el depósito de 27 ruedas junto a un cartel que prohibía el depósito de escombros. Y es dudoso que un particular disponga de tal número de ruedas.