Las clarisas clausuran el convento

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

Las monjas pidieron ayuda
Las monjas pidieron ayuda

Desde hoy el templo estará cerrado unas tres semanas debido a obras de reparación

18 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«La pared de la iglesia tiene mucha humedad. Se levanta la pintura. Es necesario arreglarla. Su coste es muy elevado para nosotras. 11.000 euros. Agradecemos humildemente su ayuda. Dios le bendiga». El mensaje llevaba colgado en la puerta del convento de las Bárbaras varias semanas. Por si alguien dudaba del contenido, nada más atravesar dicha puerta y entrar en la iglesia se podía ver la mencionada pared, con sus enormes desconchados aparentemente causados por la humedad. Esta es la única zona de este convento a la que puede acceder el público (la entrada a la misma de los turistas en los días de llegada de cruceros suele ser casi constante) ya que el resto de las instalaciones las ocupan estas monjas de clausura.

De todos modos, en el coro de la iglesia se puede ver, a través del enrejado de madera, a las monjas rezando a cualquier hora del día. Tampoco faltan quienes van a escuchar su cantos religiosos a determinadas horas. Otra reja, esta de hierro y con candado, separa al los fieles o visitantes del altar y se abre también casi de madrugada, alrededor de las siete de la mañana, puesto que a esa hora hay misa para las religiosas, si bien puede asistir cualquier persona que lo desee.

Desde hoy, lunes, este iglesia permanecerá cerrada precisamente para llevar a cabo las obras de reparación, sobre todo de pintado, en este convento de clausura. Sobre la financiación de las obras, una religiosa que la semana pasada acudía al convento apuntaban «pues debieron conseguirlo porque van a empezar las obras». Y es que el sustento de estas religiosas siempre ha sido más que precario. Desde hace unos meses habían puesto a la venta dulces, sobre todo cocadas, elaboradas por ellas mismas, con el fin de poder tener algunos ingresos. La lavandería y el planchado son otras actividades que llevan a cabo además, lógicamente, de la venta de diversos objetos religiosos. Todo ello a través del llamado torno, una especie de ventanuco que es su conexión con el exterior.

Desde Senegal hasta Arteixo

Las clarisas son una comunidad de monjas que se mantienen e incluso están revitalizándose, dentro de la tónica habitual. Entre las últimas vocaciones que han ingresado en el convento de las bárbaras están tres jóvenes senegalesas y otra de Arteixo, que era maestra y abandonó la docencia. Fue precisamente una de las senegalesas la última en hacer la incorporación definitiva a la comunidad, lo que se conoce como la profesión de los votos religiosos. La ceremonia tenía lugar hace unos meses y la misma pudo ser seguida por el público. La comunidad que cuenta con unas veinte monjas.

300 voluntarios para rezar

Por otra parte, una vez que concluyan las obras de la iglesia de las clarisas esta se convertirá en la primera capilla de Adoración Perpetua de Galicia. Se trata de una petición del papa Francisco para que en cada ciudad exista un lugar en el que durante las 24 horas se pueda rezar ante el Santísimo. El sacerdote Justo Antonio Lofeudo, de la Comunidad de Misioneros de la Santísima Eucaristía, ha estado buscando a los 300 voluntarios que pueden estar una hora en las clarisas y está cerca de esa cifra y los interesados pueden apuntarse en sus parroquias o el teléfono 609370909.