La comarca lidera el saldo vegetativo positivo y A Coruña el negativo

D. Vázquez A CORUÑA / LA VOZ

ARTEIXO

Los datos certifican la caída demográfica en la zona, pese al tirón de Arteixo

07 dic 2015 . Actualizado a las 16:51 h.

La comarca coruñesa no se escapa de la crisis demográfica que acapara titulares y que no se ha logrado parar en los últimos años pese a que las autoridades la señalan como uno de los principales males de la comunidad. Eso sí, aquí, las cifras destacan por sus extremos, aunque en total durante el año pasado el saldo es negativo al cerrarse con 874 personas menos en los 21 ayuntamientos que conforman el cinturón coruñés.

De los diecinueve ayuntamientos que cerraron en positivo en su saldo vegetativo el año pasado en la comunidad gallega, en donde el número de nacimientos supera al de defunciones, tres se sitúan aquí y liderando los ránkings, según los datos facilitados por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Así, el Concello de Arteixo está en segunda posición (+ 91) solo superado por el de Ames (+ 206), en tercera posición se cuela O Porriño (+ 89) y en cuarta y quinta están Culleredo (+ 62) y Cambre (+ 41), respectivamente.

Frente a ello, A Coruña encabeza la contra, convirtiéndose en el concello 314 al perder 494 personas entre nacimientos y fallecidos, ya que si bien nacieron 1.880 pequeños, el número de decesos fue de 2.374. Vigo, en cambio, que es la ciudad más poblada de la comunidad, también cierra en números rojos (- 73), aunque con una cifra no tan extrema, lo que sitúa a este municipio en el puesto 297 de los gallegos, empatado con Sarria.

Del resto de grandes ciudades gallegas, solo Pontevedra arroja un saldo positivo (+ 20), mientras que las otras también se suman al menos: Santiago (- 19), Lugo (- 174), Ourense (- 260) y Ferrol (- 457).

En cuanto a nacimientos, las cifras del 2014 reconocen que se produjo un aumento en Aranga, Bergondo, Carral, Coirós, Irixoa, Mesía, Vilarmaior y Vilasantar, siendo este último ayuntamiento a destacar porque si bien en el año 2013 no había registrado ningún nacimiento, en el 2014 cambió la tendencia y se produjeron tres.

En cuanto a fallecimientos, el IGE contabilizó las mismas cifras que en el 2013 en los concellos de Carral, Mesía y Paderne, mientras que descendieron el año pasado en los de A Coruña, Abegondo, Arteixo, Betanzos, Cambre, Coirós, Culleredo, Curtis, Miño, Oleiros, Oza-Cesuras, Vilarmaior, Vilasantar.

Un futuro también malo

El Instituto Galego de Estatística también realiza una proyección de población a corto plazo por comarcas, que alcanza hasta el 2024, y de cumplirse se mantendría tanto en el entorno metropolitano coruñés como en el de la zona de As Mariñas un saldo negativo entre los nacimientos y las defunciones.

Respecto a los datos ya de este año, tanto los aportados por el Instituto Nacional de Estadística como el IGE, con cifras de población los primeros meses del año son únicamente a nivel autonómico o provincial y tampoco son halagüeños. El INE cifra el saldo vegetativo de Galicia en el primer semestre en - 7.130 y el IGE, con datos del primer trimestre, de -?1.741 en la provincia.

«Siempre tuvimos claro que no queríamos un hijo único»

Olalla Seoane aporta su grano de arena para los buenos datos que ofrece Arteixo, un municipio que destaca por su alta natalidad. Esta joven originaria de Meicende tiene 32 años y va por su segundo hija. Está embarazada de seis meses. «Dijeron que iba a ser niña», comenta. Ya tiene una niña, que ahora tiene tres años, y asegura que han esperado «a que se independizase un poco Julia» para ir a por la segunda, a la que espera para el mes de marzo.

«Siempre tuvimos claro que no queríamos un hijo único», explica y puntualiza que no pretende ampliar más la familia. «Yo voy a parar en esta segunda, pero él va a insistir», explica entre risas sobre los deseos de su marido.

Esta joven trabaja como técnica de recursos humanos y su pareja es empresario. Asegura que aunque «todo influye» y siempre se piensa en el futuro, la situación económica que se vive en estos momentos no los ha amilanado a la hora de plantearse tener hijos, pese a que, reconoce, que genera inestabilidad. Indica que está «muy bien» vivir en un concello con una alta tasa de natalidad, pero puntualiza que, sin embargo, no hay medios para atender servicios necesarios para la conciliación.

«El año que viene no podrán entrar todos los niños en el comedor, el colegio tiene más de 1.000 plazas, pero en el comedor solo hay 342», dice esperanzada en que no se retrase una obra ya aprobada para ampliar el comedor y renovar la cocina tras más de cuatro décadas.

«Donde comen tres, comen cuatro o cinco si te pones»

Yessica Loureda está de nuevo estos días cambiando pañales. Esta vecina de A Coruña de 30 años dio a luz a su segunda niña el pasado día 1 de noviembre en el Hospital Teresa Herrera. Su niña Alejandra no será hija única y tampoco tendrá que jugar sola, ya que tiene una hermana mayor, Candela, que tiene dos años y medio, nació en enero del 2013.

«En principio pretendo quedarme así, aunque todo se verá porque somos muy jóvenes», explica esta técnica de Gas Natural preguntada sobre si entre sus planes está continuar ampliando la familia. Ella convive en el barrio de Monte Alto con un compañero de trabajo y está divorciada del padre de su primera niña con el que estuvo casada durante cinco años.

Yessica Loureda remarca que la situación económica, los dos con empleo y trabajando juntos, no ha tenido nada que ver en la toma de la decisión de aumentar ahora la familia. «No ha influido nada, ni me he planteado ese tema, donde comen tres, comen cuatro o cinco si te pones», comenta sin ningún rastro de preocupación y asegura que con la maternidad se ha visto uno de sus sueños cumplidos. «Siempre quise ser madre», puntualiza y comenta que tuvo un «embarazo perfecto».

Aunque las cifras en el saldo vegetativo en A Coruña son muy negativas, su visión es otra, porque asegura que vive en un barrio donde se ven todavía muchos niños y «no hay más que embarazadas».