El mal estado de los Flak de 72 milímetros hace que el Concello solicite al ministerio de Defensa su retirada
10 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Ministerio de Defensa firmará un convenio con el Concello de Arteixo para retirar los dos cañones antiaéreos Flak de 72 milímetros de diámetro que se habían instalado en los años cincuenta en el parque de Monticaño para defender las baterías de posibles ataques aéreos. El mal estado que presentan estos cañones y el escaso valor patrimonial de los mismos llevó al Concello de Arteixo a solicitar su retirada ante Defensa. Unos trabajos que presumiblemente llevará a cabo el ministerio a lo largo del próximo año.
En 1930, el Ministerio de Defensa instaló en el parque de Monticaño cuatro cañones Vicker de 152 milímetros. Se trataba de los hermanos pequeños de los Vicker 381 milímetros que están en el Monte de San Pedro. Y si bien estos últimos estaban preparados para derribar embarcaciones a larga distancia, los de Monticaño realizaban disparos más cortos y su objetivo eran embarcaciones más pequeñas. Aún así, su radio de acción iba desde Caión hasta A Coruña.
A partir de los años cincuenta, fue cuando Defensa decidió instalar en el parque de Monticaño estos cañones Flak con el fin de proteger las baterías de posibles ataques aéreos, aunque también servían para combatir carros de combate. En la actualidad, de los cuatro cañones Vicker que se instalaron en Monticaño tan solo quedan dos y estuvieron en activo desde 1930 hasta los años ochenta, que es cuando dejaron de funcionar estas baterías de defensa en la zona.
En el año 1998, el ministerio y el Concello de Arteixo firmaron un comodato por que el se permitía el uso de estos cañones como atractivo turístico. El contrato obligaba al ayuntamiento arteixán a no destruir ni intervenir en el armamento, que seguía siendo propiedad del ministerio de Defensa.
El nuevo comodato que pretende ahora firma el gobierno local implica la retirada de estos dos cañones debido al mal estado que presentan, y facilitar personal municipal de apoyo para realizar los trabajos, en el supuesto de que el ministerio así lo necesite.
Por otro lado, cabe destacar también el mal estado que presenta las galerías del parque de Monticaño. Se encuentran completamente abandonadas.