Los tentáculos del presunto cabecilla de la trama existente en torno a varios burdeles lucenses eran de tal calibre que supuestamente llegó a pagar 18.000 euros para arreglar un juicio. Con esta entrega de dinero, José Manuel García Adán, eludiría el ingreso en la prisión de Bonxe al que estaba abocado dada la magnitud de los hechos en los que se vio involucrado. Se trata de un apuñalamiento que le atribuyeron y en el cual lesionó a otra persona.
En el transcurso de la investigación fueron obtenidos testimonios que apuntan a que Adán sabonaría unos 18.000 euros a la víctima, de la que acabó haciéndose amigo, con la finalidad de que en el juicio no declarara en su contra y así no correr el riesgo de un ingreso en la cárcel.
¿El dueño?
Numerosas personas relacionadas de alguna manera con los burdeles de los que José Manuel García Adán era el cabeza visible, el Eros y el Queens, se plantearon si realmente este hombre, ahora encarcelado, era el propietario o actuaba como un simple testaferro. Según algunas referencias, algún testigo apuntó a un empresario de Arteixo como el responsable de los polémicos clubes que ahora están cerrados.