El mirador de Vieiro, antesala de San Pedro de Cambás

cristóbal ramírez

ARANGA

cristóbal ramirez

La panorámica que ofrece el mirador, en Aranga, es excepcional, y en días claros hasta se divisa A Coruña

05 sep 2020 . Actualizado a las 21:59 h.

La carretera estrecha que arranca desde el centro de Aranga dejando a la izquierda un busto-homenaje a quien fue maestro y alcalde de ese municipio ya advierte que se va a subir. Sin duda, porque un cartel indica que por ahí se va al mirador de Vieiro. Un ascenso lleno de curvas sin visibilidad que va a dar la impresión de que el visitante va en globo, con suavidad. Y arriba de todo, el mirador, muy amplio y con bancos. Dos paneles explican el territorio, y en días claros hasta se divisa A Coruña.

La panorámica es excepcional y anima a quedarse allí un buen rato. El visitante se encuentra a 550 metros sobre el nivel del mar, cuando en Aranga estaba a 300. No es mucha diferencia, pero vaya si cunde.

Antes del mirador, y al poco de arrancar de la capital del concello, un desvío anima a ir a las casas de Congostro. Carecen de interés, y, como en toda la Galicia interior, ya vivieron tiempos mejores. Lo curioso del lugar es el topónimo en sí: una congostra (en femenino) es una corredoira encajonada, que aquí no se ve por ningún lado. Quizás existió para comunicar la aldea con su molino a orillas del Mandeo, zona hoy convertida en un área de ocio. Por cierto que hay otro Congostro en el municipio ourensano de Rairiz de Veiga y un tercero en Friol.

En fin, hay quien desde el mirador de Vieiro quiere llegar a la renombrada iglesia de San Pedro de Cambás, señalizada en varios lugares. Así que recorre zonas altas que en realidad son las cumbres muy aplanadas de las viejas montañas galaicas. Aquí ya no aparece el casi siempre omnipresente eucalipto, sino prados y campos de maíz.

La carretera desemboca en otra y ahí, a la derecha, 300 metros más adelante, a la mano contraria, se levanta el templo de San Pedro. Que nadie espere una obra ampulosa: es la típica iglesia rural, construida sobre una planta rectangular con una sola nave, a la cual, en un lateral, se añadió la sacristía. Sencillez, decoración muy austera y solo en la fachada principal, y arriba, una espadaña a la que se accede por una escalera exterior. No va a asombrar, pero es un digno final a una excursión por ese municipio merecedor de más atención como es Aranga, en plena retaguardia del golfo Ártabro.

LA AVENTURA

Identificar la «congostra» que iba desde la aldea casi homónima hasta el río.

LA FOTO MÁS PERSONAL

En el mirador de Vieiro.

EL DESAFÍO

Hacer el recorrido en bicicleta. No apto para niños.

EL PASADO

La iglesia de San Pedro de Cambás se levantó siguiendo los cánones del barroco.