Prisión para uno de los acusados del crimen de Aranga por un navajazo

A. Mahía A CORUÑA / LA VOZ

ARANGA

Fernández Borque le clavó un puñal al portero que lo echó de una discoteca

19 may 2012 . Actualizado a las 07:05 h.

Antonio Fernández Borque aún no se había levantado del banquillo de los acusados en el juicio por el crimen de Aranga cuando recibió la noticia de que un juzgado lo había condenado a dos años de prisión como autor de un delito de lesiones.

Sucedió el 1 de abril del 2006 en una discoteca de la calle de Juan Flórez. El procesado se encontraba en el interior del local cuando un portero le llamó la atención tras causar un altercado. Como respuesta, el imputado, que se encontraba con su hermano, le lanzó una botella a la cabeza.

Los hechos comenzaron a las cinco y media de la madrugada de aquel día. Ambos procesados se encontraban en la discoteca Pirámide junto a otros amigos y «su comportamiento era del todo incorrecto». Ante tal actitud, el portero de la discoteca no pudo hacer otra cosa que invitarlos a abandonar el negocio.

Pero no lo hicieron por las buenas. Lo primero que hizo Borque fue lanzarle al empleado una botella a la cabeza, impactándole. Entonces se sumaron más empleados del local para echarlos fuera. Y ya en el exterior, según aparece en la sentencia, el procesado sacó una navaja de 9 centímetros de hoja y se la clavó al portero en un costado. Otro trabajador del negocio que estaba cerca intentó calmarlo, pero Fernández Borque se enfrentó a él haciendo ademán de clavarle el puñal en el estómago. Inmediatamente llegó una patrulla de la Policía Local. Uno de los agentes se echó encima del imputado y este, lejos de entregarse, soltó unas patadas, por lo que tuvo que ser reducido.