Fuentes de la investigación atribuyen la autoría de los asesinatos a José Ramón Blanco Vila, Keko, el hombre que estuvo presente en los registros del jueves por la noche, cuando se descubrieron los cuerpos, y ayer, cuando los agentes volvieron a la casa para recuperar más restos humanos. Durante su permanencia en la vivienda, en la que estuvo acompañado por su abogado, el detenido mantuvo una actitud tranquila, pese al macabro hallazgo y a la presencia de su padre en el exterior del inmueble cuando se inició la búsqueda.
Fontanero de profesión, se sospecha que fue él, por un ajuste de cuentas por un asunto de drogas, quien disparó a los dos hombres de Muros, que supuestamente vinieron a Culleredo a cobrar una deuda de droga y fueron asesinados. La casa en la que fueron hallados los cuerpos no estaba habitada, aunque se cree que se utilizaba para el trapicheo de estupefacientes los fines de semana, cuando los vecinos veían gran trasiego de personas.
El inmueble, de una planta, y con entrada por la calle Autonomía y acceso al bajo por la avenida de Fonteculler, es propiedad de la familia de Keko, cuyos padres viven a escasos metros y regentaron hace años en el bajo de su casa A Tasca Pulpeira. En la operación también fue detenida la mujer de Keko, Pilar Piñeiro, con la que tiene dos hijos, uno de cinco años y otro de cuatro meses. La pareja vivía en Montesalgueiro, en el municipio de Aranga.