Las danzas gremiales, el globo, las témporas, el pan y tronante, aportaciones de la comarca coruñesa al patrimonio inmaterial de las biosferas
ABEGONDO
El catálogo confeccionado promociona elementos tradicionales de la cultura popular
26 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Catálogo del Patrimonio Inmaterial de las Reservas de la Biosfera incorpora cinco elementos de As Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo. Recoge las danzas gremiales y el globo de Betanzos, las témporas, la elaboración tradicional del pan gallego y el tronante del monte Medela.
De la danza de mareantes, labregos, alfaiates e zapateiros, el catálogo recoge que «son una reminiscencia del insigne pasado de la ciudad de Betanzos, capital del antiguo Reino de Galicia, que tienen su origen en el siglo XV». Respecto al globo, apunta que «el globo aerostático no tripulado se lanza desde la plaza de los Hermanos García Naveira de Betanzos la noche del 16 al 17 de agosto» y explica cómo se construye.
En cuanto a las témporas, explica que es la «forma tradicional de predecir el tiempo a través de la observación del cielo. Los viejos marineros y agricultores interpretaban el tiempo climatológico que estaba por venir. Realizaban previsiones a diario, así como previsiones semanales e incluso para cada estación del año, mediante la observación del cielo en días señalados».
Respecto al pan, señala que «la calidad y la reputación del pan gallego son fruto del trabajo de generaciones de agricultores, molineros y panaderos gallegos que, con su experiencia en cultivo, molienda, y manejo de las materias primas, fueron capaces de conservar y mejorar la tradición en la elaboración de un pan de características propias, diferenciadas y reconocidas». Además, informa sobre los distintos tipo de molinos que se utilizaban desde el de herdeiros, hasta el de maquía.
El catálogo del patrimonio inmaterial también recoge la leyenda del tronante del monte Medela, en Cesuras. «Según la tradición oral un cura, en la víspera de San Juan de Medela, obró un milagro a base de sus rezos intentando frenar la tormenta en los días de la cosecha, y un tronante, una figura de la mitología gallega responsable del estruendo de los truenos al golpear en las nubes con sus pies, en forma de mono negro aparentemente recién salido del infierno, cayó del cielo. El cura ordenó matarlo, la tormenta cesó y volvió a lucir el sol. El tronante fue enterrado al pie de la Ermita de San Juan en vísperas de la romería, pues gracias a su intervención se rompió el conjuro».
«En estas regiones el respeto a las tradiciones, el aprecio por la identidad cultural local y el mantenimiento de prácticas desarrolladas desde antiguo constituyen un valor añadido y enormemente enriquecedor. La convivencia entre generaciones ha supuesto la transmisión de numerosas costumbres y conocimientos tradicionales que dotan de un carácter singular a los territorios, incrementando su atractivo y permitiendo la conservación de un gran acerbo cultural», indica Juan José Areces Maqueda, director del Organismo Autónomo Parques Nacionales, en el prólogo de la publicación