Doscientos vecinos de Abegondo se movilizan en una caminata tecnológica por el Camino Inglés

ABEGONDO

Vermeled, dirigida por el arquitecto Xosé Suárez y el artista visual Juan Lesta, deja un vídeo de la experiencia en el embalse de Beche, trabajos con los chavales y los mayores del municipio y un archivo de historias locales relacionadas con la luz

06 dic 2019 . Actualizado a las 18:33 h.

Más de 200 vecinos de Abegondo, de los 400 inscritos inicialmente, participaron este sábado en una caminata interactiva que recorrió el Camino Inglés a su paso por Beche en una experiencia de inspiración tecnológica que en los últimos meses reunió a los mayores del municipio y a los chavales del CEIP San Marcos y el IES de Viós, dirigidos por el arquitecto Xosé Suárez y el artista visual Juan Lesta. 

La intervención, promovida por el gobierno local al amparo de la convocatoria O teu Xacobeo del programa Xacobeo 2021, quedó grabada en vídeo y deja un archivo de la memoria que registrará viejas historias locales relacionadas con la luz y la tecnología y estará publicado en la web del ayuntamiento. El relato del tronante Trenzamuela, narrado por un vecino que recuerda la leyenda, inauguró el fondo documental.

La caminata discurrió a lo largo de 2,5 kilómetros por el corazón de la Reserva de Biosfera hacia el embalse de Beche, hilvanada por instalaciones interactivas de luz y sonido. Rapaces de Viós y niños de San Marcos echaron a andar con sus cacharros luminosos, hechos por ellos mismos en los talleres impartidos por Suárez y Lesta. «A idea era que os cativos soubesen que con material reciclado que atopen na casa, unha pila e un led poden construír o seu propio trebello», explicó Juan Lesta. A sugerencia de los organizadores, algunos adultos también acudieron con sus propios inventos para alumbrar, y otros echaron mano de los artilugios que se entregaron en la salida.

De camino al embalse, tres áreas acompasaron el recorrido. La primera, punteada por cabañas, surgió de una choza de ramas que construyó hace tiempo Nico Bouzas, estudante del IES de Viós, y que el equipo de Vermeled decidió incorporar. «Foi emocionante cando a descubrimos no medio dun bosque polo que pasa un pequeno regato, despois de cruzar unha minúscula ponte de madeira», recuerda Xosé Suárez, que destaca «o enorme talento», «o traballo verdadeiramente incrible» que llevaron adelante los chavales. El proceso creativo que se abrió, recogido por la pandilla de Nico en la cuenta de Instagram @cabana_c545, produjo nuevas cabañas y, ayudados por su profesor de Tecnoloxía, Manuel Naveira, los artefactos y la instalación con los que iluminaron la zona al paso de los caminantes.

Más adelante atravesaron, bajo un intenso aguacero, un bosque autóctono, alumbrado puntualmente por instalaciones de luz diseñadas a partir de elementos geométricos, minimalistas y dispuestos con un ritmo repetitivo que «produce situacións distintas e fai que o que cambie é o bosque», explican los autores. Y superada esta fraga, a 1,5 kilómetros de la salida, la procesión alcanzó el último lugar significado, el borde del embalse, señalado con dos instalaciones interactivas de Vanesa Castro e Iñaki López, Dio3stu, integradas por un arpa eólica tañida por el viento y un pastor táctil a la manera de los cables eléctricos que evitan la huida del ganado de los pastos, pero que en este caso emite sonidos en lugar de descargas. En el centro de la lámina de agua de Beche, cerrando la actuación, una pirámide de luz.

Vermeled parte de que «el paisaje rural es un contexto muy adecuado para la creación artística contemporánea y las obras electrónicas, frente a su confinamiento en museos y ámbitos urbanos». Desde esa reivindicación se explica la propuesta de Abegondo, que encierra además vías de desarrollo de cultura de base, talento y creatividad local, y preservación del patrimonio natural, antropológico y paisajístico.