El éxito de Casa Julia, en Abegondo, reside en el buen producto y el cariño que pone Amelia en su receta
19 nov 2018 . Actualizado a las 11:46 h.Con la llegada del otoño, hay una serie de platos en la gastronomía gallega que se convierten en la mejor opción para combatir el frío y la lluvia que acompañan a esta estación. Suelen ser propuestas llenas de consistencia, con ingredientes propios de la temporada y que se cocinan al fuego durante varias horas. Hay muchas opciones que cumplen estas características, pero, sin duda, una de las que no suele faltar en toda aquella mesa que quiera hacer entrar en calor a sus comensales es el cocido gallego.
Entre las innumerables opciones que existen en la comarca coruñesa para degustar un buen cocido, destaca Casa Julia. A Pequeñita, el otro nombre por el que es conocido este local, abre la temporada del cocido el primer domingo de octubre. Este establecimiento centenario de Vilacoba, en Abegondo, se ha convertido por méritos propios en un templo de los devotos de uno de los manjares destacados de nuestra gastronomía. La responsable de ese éxito es Amelia Mosquera López, una cocinera con más de cincuenta años de experiencia, que consigue transmitir a cada uno de sus platos la tradición y el sabor que conoce desde que era niña. Su secreto es simple: «Boa materia prima, facelo con cariño, ganas e tempo».
Los sábados, domingos y festivos, quienes allí paran -sobre 150 personas al día-, lo hacen atraídos por su cocido. «As patacas e as verduras son da zona e a carne traémola de Lugo», explica. En la olla mete cabeza, morro, panceta, ternera, lacón, costilla, garbanzos, chorizo, patatas y verdura (grelo, nabiza o repollo). «O botelo, só se o piden», comenta Amelia tras puntualizar que «aquí a sopa tómase ao principio».
Y si el cocido es famoso, no menos exitosas son las filloas con las que reciben a los comensales y que también tienen como postre acompañadas de miel, nata, chocolate o cualquier otro ingrediente que haga las delicias de los más golosos.