El arrestado, de nacionalidad marroquí, intentó despistar a los agentes de la Guardia Civil
05 jul 2018 . Actualizado a las 11:56 h.Un hombre de nacionalidad marroquí durmió la pasada noche en los calabozos del cuartel de Lonzas de la Guardia Civil después de ser detenido con 35 kilos de hachís encima.
El arresto se produjo sobre las seis de la tarde. La Guardia Civil montó un control selectivo en las proximidades del peaje de la AP-9, en Macenda (Abegondo). Lo estaban esperando. Cuando el detenido, que viajaba en una furgoneta en dirección a A Coruña, vio los vehículos policiales, intentó despistarlos, tomando el desvío de la A-6. No le sirvió de nada, pues también ahí estaba la Guardia Civil, que le dio el alto. No opuso resistencia alguna. En una primera inspección al furgón del detenido, con iniciales A. T., ya se encontraron varios paquetes de droga ocultos, según fuentes próximas a la investigación. Los pesaron y alcanzaron los 35 kilos de peso, uno de los mayores alijos en lo que va de año en la comarca coruñesa.
La operación para arrestar a este hombre fue llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía Nacional, que ahora investigan el papel que juega el detenido en el tráfico de droga. Si solo es un mensajero o trabaja por su cuenta transportando grandes cantidades de hachís.
Entre hoy y mañana se espera que el presunto traficante pase a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra la salud pública.
Este operativo forma parte de los muchos que se están produciendo en las últimas semanas contra el tráfico de droga tanto en la comarca como en la ciudad, donde hace dos semanas más de cien agentes de la Policía Nacional se presentaron en dos bloques de viviendas de la calle Orillamar y donde se encontraron cinco kilos de hachís, uno de cocaína y varias armas. Ocho de los 27 detenidos en aquella operación preparada durante meses permanecen el prisión preventiva después de que la jueza del Juzgado de Instrucción número 6 decretase su ingreso.
Hace una semana, la Guardia Civil ya había detenido a otro hombre en la parroquia de Sigrás, en Cambre, tras una espectacular persecución en la que hubo hasta tiros. El supuesto traficante viajaba en su coche cuando se encontró con un control. Lejos de parar, emprendió una huida en la que estuvo a punto de atropellar a varios agentes. Lo persiguieron hasta alcanzarlo.