Xeixade busca reconvertir la antigua Casa do Legoeiro en centro social

D. Vázquez ABEGONDO / LA VOZ

ABEGONDO

César Delgado

Los vecinos emprendieron una recogida de firmas y el Concello trasladó su petición a la Xunta

30 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A falta de un centro social, los vecinos de Xeixade, un lugar de la parroquia de Sarandós (Abegondo) han decidido reclamar para uso público el antiguo inmueble que utilizaban los peones camineros, conocido como la Casa do Legoeiro. Esta vieja vivienda está pegada a la AC-222, en la vía que enlaza la zona de Montouto con Herves. El edificio lleva años sin un uso real, y los residentes en la zona consideran que estaría mejor aprovechada como centro para la realización de actividades, que sirva además para agrupar a los vecinos, que como almacén, que es el uso que tiene ahora.

La campaña de firmas emprendida por los propios vecinos, que llegaron a juntar un centenar de apoyos en la zona, fue trasladada al Concello de Abegondo, que ha decidido sumarse a estas reivindicaciones. El alcalde de Abegondo, José Antonio Santiso Miramontes, califica de «boa idea recuperar un inmoble en desuso como punto de encontro veciñal» y ha pedido a la Consellería de Infraestruturas y a Patrimonio de la Xunta la cesión gratuita y en régimen de propiedad de la construcción indicando que se destinará a uso vecinal.

«Fillo de peón e neto de capataz»

José Manuel Núñez Rodríguez tiene 68 años y asegura que ya no recuerda la casa de peones habitada. «Son fillo de peón e neto de capataz», relata este vecino de Xeixade que no siguió la tradición familiar y optó por ser conductor. Sin embargo, es el primero en reconocer que el lugar que en otro día utilizaron sus familiares debería pasar a ser local social. «Non temos nada, o centro social máis preto que hai está a 4 quilómetros, en Sarandós, algunha vez temos ido, pero poucas», reconoce. Pegado a su vivienda, admite que el inmueble «leva moito tempo sen uso» y explica que allí se guarda material desde la última vez que se arregló la carretera que pasa por delante de las casas. «Tiña dúas vivendas, a un lado o capataz e a outro, o peón», explica sobre esta construcción de planta baja, ahora con rejas en las ventanas, que permiten ver el material acumulado en el interior.

«Dende que morreu o meu pai no 63 non volveu haber peón», dice Núñez Rodríguez, que comenta que su progenitor aún tenía las llaves del inmueble, «agora téñena os da Xunta», afirma. En la parte de atrás, en otro tiempo, estaban las cuadras para los animales. El aspecto del inmueble, que conserva la puerta de hoja partida, es de casa abandonada, con la fachada con desconchones.

Aunque oficialmente se le conoce como Casa do Legoeiro, los del lugar la denominan A Casilla y es el «apellido» que asumieron los de la zona. «Eu son José Manuel da Casilla», explica este vecino.