Castromaior dispone de un aparato que todavía no ha operado desde que se activó la campaña de alto riesgo este verano
11 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Lo más difícil de un fuego es saber leerlo», explicaba el piloto del helicóptero contraincendios que la Xunta tiene en Castromaior, en Abegondo, durante la visita realizada ayer por el delegado territorial de la Xunta, Ovidio Rodeiro, a esa base. Estas instalaciones, inauguradas en 1993 y desde las que se da servicio al norte de la provincia, serán renovadas, y se espera que cuenten, para el próximo verano, con un nuevo edificio para albergar a la brigada helitransportada, ya que la Xunta ha anunciado que licita su construcción, al igual que hará también en el otro helipuerto que tiene en A Coruña y que está situado en Santa Comba.
El puesto de Castromaior funciona de julio a septiembre y desde la declaración de alto riesgo, el pasado día 1, todavía no ha tenido ninguna salida, aunque en la campaña del año pasado se realizaron desde esa base unas 130 horas de vuelo en unas sesenta intervenciones.
El aparato destinado a Castromaior es un Ecuriel AS350 B3 plus del año 2010, que opera del orto al ocaso, y del que destacaron su versatilidad en las intervenciones, ya que es capaz de trasladar a la zona del suceso una brigada de cinco hombres con su material de trabajo, y después prestarles apoyo descargando agua con un helibalde, una bolsa con una capacidad para unos 900 litros y que suelta con gran precisión. En la provincia existen más de un centenar de depósitos construidos expresamente para prestar apoyo a estos aparatos, lo que les da una rápida capacidad de respuesta.
El de Abegondo es uno de los 15 helicópteros con los que cuenta la Xunta para combatir los incendios, que además dispone de otros dos aparatos más de vigilancia, que se ven complementados con el respaldo que aportan los aviones anfibios del ministerio.