Rocigarcía, velas con olor a lareira frente al mercado de San Agustín

Patricia García Lema
Patricia García A CORUNA

A LA ÚLTIMA

Rocío Osorio y Francisco Porto arrancaron su proyecto para crear una cerería contemporánea en Betanzos y ahora cuentan también con una segunda tienda en A Coruña. Aquí puedes encontrar velas que huelen a Galicia

02 feb 2024 . Actualizado a las 21:17 h.

«Estamos muy contentos de estar en A Coruña». Cuando Rocío Osorio y Francisco Porto vieron que quedaba un bajo disponible en la calle Pío XII, frente al mercado de San Agustín, no se lo pensaron: «El anuncio salió a las seis de la mañana y a las ocho ya estábamos llamando para firmar el contrato». Los dos son los creadores de Rocigarcía, una cerería contemporánea que nació en Betanzos con el fin de recuperar un oficio: el de la fabricación de velas artesanas. Allí abrieron su primera tienda taller en la rúa Travesa, una calle tradicionalmente dedicada a los trabajos artesanos y a los oficios, y, después de comprobar que parte de su clientela estaba también en A Coruña, apostaron por abrir una segunda tienda frente al mercado de San Agustín. Ahora sus velas con olor a Galicia se pueden encontrar y catar también en la ciudad.

ANGEL MANSO

«Nos encanta porque estamos en un barrio en el que hay muchos artesanos y eso es un valor añadido». La tienda de Rocigarcía ocupa uno de los singulares bajos de los soportales de la calle Pío XII, en el que conviven otros negocios con mucha personalidad como la utilería de Varaston o la artesanía de D-Raíz o Pazio. «Nos gustaría que esto fuese un punto de encuentro». En su nuevo espacio, Rocío y Francisco mantienen la esencia de la tienda de Betanzos. Tienen «un mundo de olores», con más de cien referencias, clasificadas por familias: herbales, flores, cítricas… Una de las favoritas de Rocío y, también, una de las que más llama la atención es la vela con olor a lareira. «Es un olor muy especial, un olor a chimenea». Es un aroma que, cuentan, «te trasladan directamente a la infancia. Al final los olores son emociones, estamos oliendo también a Galicia, a algo totalmente autóctono».

Su misión es hacer una cerería sostenible y trabajar con productores locales. «Tenemos ahora un proyecto muy chulo con las iglesias de Betanzos con el que estamos recuperando restos de cera, la limpiamos y la usamos para hacer cera nueva». También tienen otro proyecto con los artesanos de Buño para intentar que las velas que ofrecen, tanto desde la fabricación como el envase, sea de Artesanía de Galicia. «Estamos trabajando con Gorín, en Buño, con el que diseñamos unos soportes de cerámica para las velas en una edición limitada con tres olores: fraga, caramelo y tofe. Y también creamos unos ambientadores botánicos. Queremos que todo se quede en Galicia».