El taller de mi vida, el templo del macramé en la Ciudad Vieja

Patricia García Lema
Patricia García A CORUNAA

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Marga González aprendió a hacer macramé hace cinco años cuando se quedó en el paro y ahora empieza el 2022 con un sueño: su espacio para aprender a crear todo tipo de piezas con cordones en su taller de A Coruña

24 ene 2022 . Actualizado a las 08:17 h.

«Siempre me encantó la decoración y los programas de decoración. Como por ahora no puedo tener la casa de mi vida decidí crear el taller de mi vida». Marga González se muestra feliz con su nuevo proyecto. El taller de mi vida es su sueño: un taller de macramé, el primero especializado en esta temática en A Coruña, en el número 12 de la calle Herrerías, en plena Ciudad Vieja. El local, que en otra época fue un bar, abrió el 22 de diciembre, después de un año en el que Marga y su socio Manuel trabajaron los fines de semana para afrontar, ellos solos, la restauración del espacio. «Lo hicimos todo nosotros», cuenta Marga mientras enseña uno especie de pupitres de madera diseñados y hechos por Manuel para que los niños puedan aprender a hacer macramé sentados.

MARCOS MÍGUEZ

Marga empezó a hacer macramé hace cinco años, cuando estaba en el paro. «No encontraba trabajo y un día paseando por la calle vi en un escaparate un colgante hecho de macramé. Me acordé que, cuando era pequeña, en un albergue, había hecho uno, así que decidí ponerme a hacerlo de nuevo. Empecé con tutoriales y estuve más de un año practicando mientras veía vídeos en Youtube». Creó las primeras piezas y empezó a vender a los amigos y a la familia. «Después ya vendía a amigos de amigos… Y así fue cómo decidí montar la tienda». En El taller de mi vida da clases para adultos y para niños, y para todos los niveles. Hay clases sueltas, los talleres exprés, en los que en tres horas aprendes lo básico y te llevas una pieza para casa. Y ahora en febrero también pondrá en marcha los cursos mensuales.

MARCOS MÍGUEZ

El bajo tiene unas preciosas puertas azules de madera con forma de arco. Dentro se pueden comprar y ver algunas de las creaciones de Marga, desde lámparas o maceteros hasta un columpio de macramé. El taller también funciona como tienda, en la que se pueden adquirir la cuerda y los materiales para crear las piezas. «El macramé es infinito». Se pueden hacer desde posavasos hasta atrapasueños. «Además es muy relajante». En la puerta, un cartel recuerda los beneficios del macramé.

Además de aprender a hacer diferentes figuras con cuerda, en El Taller de mi vida también va a haber clases de pintura, que impartirá la madre de Marga, Margot Cajiao. Para esta familia, las artes plásticas son parte fundamental de la vida: «Toda mi familia pinta». En los talleres con su madre abordarán el surrealismo. El local también está preparado para acoger exposiciones. Todo está planteado con mucho cariño, el mismo que puso Marga en crear el espacio de su vida.