María Portas es la creadora de estos complementos que cose en A Coruña inspirada en el mundo del origami
28 ago 2021 . Actualizado a las 10:13 h.A María Portas le encanta crear. Estudió Historia del Arte y trabajó durante muchos años como interiorista. Hizo cerámica artística y creció tocando tejidos. Hace unos años empezó a hacer bolsos, a experimentar con diferentes técnicas: «Los hacía poco a poco, consultando muchos tutoriales. Me esmero y soy tozuda, hasta que lo consigo no paro». Esa pasión se plasmó en Umar, la firma de bolsos hechos a mano por María Portas para que «cada persona pueda expresar su personalidad».
Sus creaciones se venden en El García, en la calle San Roque, o se pueden pedir por encargo a través de Instagram. «También estoy en trabajando en una web para poder vender online». «Me centro en los bolsos porque me gusta la creatividad. No puedo estar quieta y me gusta darle salida a esa libertad creativa». Entre sus diseños de verano destacan los inspirados en el arte del origami. «Tienen una línea muy pura. Siempre me atrajo el mundo oriental y me encantó investigar y descubrir nuevas técnicas». Para ella, sus creaciones siguen «líneas muy armónicas». Distingue entre la colección de verano y la de invierno, «cuando cambio de registro y hago diseños con un corte más barroco». Reconoce que es «bastante tímida», pero crear estas pequeñas piezas de costura es una forma de ir, poco a poco, rompiendo esa barrera. De cada diseño hace un solo modelo: «Todos son exclusivos porque busco que la persona que lo lleve tenga esa exclusividad». Se define como una fan de los bolsos y los zapatos. También es inquieta y con ganas de aprender: «Querer es poder».
Una de las características de sus diseños son los tejidos que utiliza. «Las firmas con las que trabajé en el mundo del interiorismo tenían tejidos maravillosos. Para mis bolsos uso telas de alta calidad, son linos 100% naturales, rafia natural, terciopelo y pieles sintéticas». Además de los bolsos, que también se animó con una línea de decoración para casa con manteles y servilletas. «Es un trabajo que me lleva tiempo porque son muchos metros de tela, pero en el que no tengo miedo a mezclar tejidos y colores diferentes». Cada mantel está hecho con mimo. «Lo más importante es ponerle cariño a lo que haces porque eso al final también se traslada a las piezas que haces». Su próximo lanzamiento: una línea de delantales.