Bibelot, cuelga móviles y joyas con Smiley en A Coruña

Patricia García Lema
Patricia García A CORUÑA

A LA ÚLTIMA

Sandra Regueiro quiere llenar las muñecas y cuellos de las coruñesas con sus complementos alegres hechos a mano

15 may 2021 . Actualizado a las 15:33 h.

Cuando sus dos hijos pequeños se acuestan, Sandra Regueiro se sienta en su pequeño estudio y empieza a juntar abalorios. «Empecé hace un año en junio». Ella es la creadora de Bibelot, una marca de complementos llenos de color, que siguen la tendencia de las joyas que recuperan las cuentas de colores de la infancia y la sonrisa más famosa: el Smiley. Una de las piezas que más le piden a esta creadora de complementos de A Coruña son los cuelga móviles: «Arrasan, todos los días tengo dos o tres pedidos».

Entre sus complementos hay collares, pulseras o anillos, todos llenos de cuentas de colores. «Gustan mucho los que llevan perlas». Sandra enseña otro de los favoritos: un collar con la chapita de Chupachups. «La gente quiere color». En las fotos con sus joyas hay muñecas llenas de pulseras de mil colores, cuelga móviles larguísimos con perlas y pequeños cuadraditos con el nombre de la persona y manos llenas de anillos con sonrisa. Los diseños de Bibelot sirven para cargar pilas y llenarse de energía. Sandra trabaja en un supermercado y sus pocos ratos libres son para seguir creando piezas: «A veces me acuesto a las dos de la mañana y me levanto a las seis, pero como me gusta lo que hago se me pasa el tiempo volando y disfruto haciendo las joyas». Recuerda el día que encontró el nombre para su proyecto: «Estaba en la playa de Caión con los peques y mi marido y se me ocurrió ver cómo se decía abalorio en francés y de ahí salió el nombre».

Tiene muchos pedidos de A Coruña, pero también de Sevilla, Madrid y Barcelona. Algunas de sus clientas son fijas: «Algunas me escriben ya a WhastApp para preguntarme por las novedades». Cree que en ella encuentran algo diferente «y un trato más cercano y personalizado». Todo lo va subiendo a su perfil de Instagram, su punto de venta por ahora: “Estoy terminando la web». Su madre es una de las primeras en probar sus joyas: «Siempre le encantaron los complementos». A veces se sienta con ella en su local de arreglos de costura, y mientras la madre de Sandra cose bolsas personalizadas, ella diseña y crea collares.