Figuras de chocolate blanco, negro y con leche. Estas son las tendencias en este regalo tradicional de Semana Santa que va más allá de padrinos y ahijados
27 mar 2021 . Actualizado a las 23:04 h.En Praliné, en la calle Orzán, llevan días trabajando sin parar. Su tienda rosa está llena de conejos y huevos de chocolate. «La Pascua es una época muy importante para nosotras, representa el 30 % de la facturación anual». Son las ocho de la tarde y Susana Lata, uno de los pilares Praliné, sigue preparando chocolate. Este año, cuenta, hay una tendencia clara en la Pascua de A Coruña: «Hay una vuelta a la Pascua más tradicional». «Con todo lo que pasó en el confinamiento la mentalidad cambió. Así que dijimos: vamos a hacer la Pascua tradicional», cuenta Susana. En el obrador de Praliné volvieron al origen con unas cestas sostenibles tipo nido que llevan las figuras más clásicas de esta época: conejos, gallinas, pollitos y huevos decorados a mano. «Todos los años colaboramos con un artista local para la Pascua. Este año contamos con el talento de Marica Ketola, que pintó unas acuarelas a mano inspiradas en la estética del conejo Peter Rabbit. De ahí sacamos las piruletas, las galletas… ¡Es una pasada!».
Hay productos que ya están agotados. «Hacemos los huevos de chocolate blanco, negro, con leche y sin lactosa. Los huevos sin lactosa ya están agotados». Susana cuenta que la respuesta de la gente está siendo muy buena: «Había ganas de una Pascua tradicional». La tradición dice que es la madrina o el padrino los que regalan el huevo a sus ahijados, pero en esta chocolatería notan que la costumbre de regalar el Domingo de Pascua se amplió a abuelos o amigos. «No es cosa de niños solo. También se llevan para regalar a adultos».
Familia Bunny
«Este año decidí volver al origen, al principio de todo». Adriana Cabot es una de las chocolateras para las que la Pascua es una época muy especial. Con base en Arteixo, esta repostera creó toda una familia de pequeños conejos, la figura más tradicional de Pascua, para esta campaña. «La figura protagonista es el conejo, Bunny. Después hice otro conejito más pequeño de colores, pastitas de té y una huevera con huevos de colores con sorpresitas dentro». Las hueveras, una explosión de colores, fueron un éxito y los pedidos «se desbordaron un poco». Lleva más de un mes preparando todo para esta fecha. «Lo hacemos siempre con antelación. Primero se piensa el diseño, la imagen de la campaña. Es una elaboración muy artesana, lo hacemos todo en el obrador, y es un poco mi seña». El protagonista de esta familia de animalitos de chocolate es Bunny, un huevo grande con cara de conejo y su pequeña zanahoria naranja, que mide 30 centímetros. El segundo de la pandilla no se queda atrás: Adriana Cabot tiene otro huevo de 20 centímetros de chocolate con leche. Los huevos de la huevera son de chocolate blanco, al igual que las figuras más pequeñas. «Esta es mi colección, después también hago Pascua personalizada por encargo». Adriana cree que la tradición de celebrar esta época está creciendo: «Es una fecha muy familiar». Recuerda que el año pasado, en pleno confinamiento, los huevos sirvieron «como un medio de comunicación». «Era una forma de decirle a alguien querido que estabas ahí. Gente joven que se lo enviaba a una persona mayor».
En los perfiles de Instagram de las confiterías y pastelerías de la ciudad y la comarca, la Pascua es la que manda. El obrador de pastelería Naya, los reyes del panettone gallego, está inundado de figuras de chocolate. También hay pequeños huevos de colores en Matilda & Co. Lara Veira y Nerea Seijo elaboraron en su obrador de la calle Chile pequeños conejitos, gallinetas y pollitos personalizados. «Nos solemos decantar por la Pascua clásica, con algo de color porque ya empieza a ser primavera y con tonos pastel, y con las figuras más tracicionales». Ellas elaboran todo a mano: «Lo más importante es que sea artesano y lo que prima para nosotras es la calidad. Todo lo que sale de aquí lo hacemos nosotras».