El taller de Juan, cursos para aprender a hacer tu propia tabla de quesos, caja de cervezas o taburete

Patricia García Lema
Patricia García A CORUÑA

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Juan Silva es ebanista y escultor, y ahora acaba de estrenar talleres creativos de madera para que cualquier persona pueda convertirse en carpintero por unas horas y llevarse su proyecto para casa

04 mar 2021 . Actualizado a las 12:19 h.

Solo con ver la delicadeza con la que Juan Silva acaricia un tablón de madera da una idea del cariño que este ebanista y escultor le tiene a este material noble. «Llevo 20 años trabajando con ella. Me formé muy joven con un ebanista y me independicé muy pronto». Lleva ocho años en el polígono de Alvedro, en un taller en el que realiza muebles a medida. Cuenta que siempre tuvo la espinita de ser escultor, así que durante cinco años, al mismo tiempo que trabajaba como ebanista, Juan se formó como artista con un escultor. Y un día decidió abrir su lado más artístico y mostrar sus esculturas al mundo, en las que además de con madera también trabaja con otros materiales. Para dar un pasito más en su carrera, hace unos meses empezó a darle forma a otro proyecto: El taller de Juan, un espacio para impartir talleres creativos con madera, pensados para todo el mundo, que estrenará este sábado y que tienen como objetivo que la gente desconecte y, sobre todo, que cualquiera pueda convertirse en carpintero por un día y se lleve su propia pieza a casa.

MARCOS MÍGUEZ

«La idea es acercar a la gente al mundo de la madera de una forma sencilla. Lo que propongo son unos talleres de carpintería muy básicos, pensados cada uno de ellos para hacer estos cinco proyectos: una tabla de quesos, una caja de cerveza, una caja japonesa, un taburete o peana de jardín y un banquito». Los cursos (para los que la gente se puede inscribir en la web de Juan Silva Escultor y en el perfil de Instagram @eltallerdejuan_alvedro) tienen una duración de cuatro horas, con un break a las dos horas en la zona de descanso que preparó Juan en su taller. «Es un pequeño parón para hacer que sea algo distendido y agradable. El objetivo es desconectar del día a día, hablar con tus compañeros, que es posible que no conozcas. Que sea agradable y que, al final de la clase, te lleves, por ejemplo, tu tabla de quesos para casa». Juan cuenta que no hay mayor satisfacción que hacer algo con las manos y poder llevarte contigo el resultado final, por eso todos los talleres están pensados para que cada proyecto se complete en esas cuatro horas.

MARCOS MÍGUEZ

Los cursos se impartirán los fines de semana. También hay uno muy especial para el día del padre: «Vamos a hacer el típico banquito que todos recordamos de cuando éramos pequeños porque era al banquito que había en la aldea y en el que nos sentábamos al lado de la abuela. Y a mí me hace especialmente ilusión porque me trae muchos recuerdos». Otro de los cursos que preparó Juan es un taller para familias: «La idea es que el padre o la madre, o incluso los abuelos, vengan con los niños. Los más pequeños van a hacer su propio proyecto personal y el papá o la mamá solo tiene que enseñar a atornillar. Se trata de pasar un rato en familia creando y en contacto con la madera». De esta forma, Juan cree que la gente puede conocer mejor el mundo de la ebanistería: «Que conozca todos los procesos por los que pasa un mueble hasta que llega a su casa. En una tabla de queso aprendemos a andar con distintas máquinas, aprendemos a diseñar en la misma pieza de madera maciza, aprendes a hacer una moldura, una cosa que a priori es muy sencilla. Al final, aprendes procesos de un ebanista en el taller».  Y, sobre todo, haces que las personas que se convierten en carpinteras por unas horas se sientan felices con sus piezas, hagan algo con las manos y desconecten de la situación actual: «Que estén orgullosos de su tabla de quesos hechas con sus manos cuando la saquen en casa con un vino».