Ptit and Co, joyas para todos y otras cosas muy riquiñas en la calle Canuto Berea
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Irene Pérez y Claudia Rodríguez lanzaron su marca en 2013 de forma digital. Siete años después estrenan su primera tienda física dónde, además de joyería, tienen una pequeña selección de objetos «con una historia detrás»
24 dic 2020 . Actualizado a las 09:45 h.«Siempre dije que si tenía una tienda me encantaría tener té y bombones para ofrecerle a los clientes». Irene Pérez enseña la bombonera que espera en una de las esquinas de una mesa antigua convertida en mostrador. Esta coruñesa es la mitad de Ptit and Co, una marca de joyas minimalistas y atemporales que lanzó en 2013 con Claudia Rodríguez. El pasado 4 de diciembre dieron el salto al mundo físico y abrieron su primera tienda a pie de calle, en el número 2 de la calle Alcalde Canuto Berea. En este pequeño callejón que une la calle Real con Galera, Irene y Claudia esperan que los coruñeses encuentren en su tienda un lugar en el que sentirse a gusto: «Me encantaría poder tener un banquito delante del escaparate y que la gente se pudiese sentar a charlar mientras se toman una infusión».
Muchas narices se pegan estos días al escaparate de Ptit and Co para ver todo lo que espera al otro lado del cristal. Este pequeño espacio fue decorado por Claudia e Irene. Hay mucho hand made y objetos reciclados: «Aquí aprovechamos todo. Hasta con la tela que nos sobró de las cortinas de lino hicimos unas bolsitas y unas mascarillas», cuenta Irene. La tienda tiene un tono rosa muy acogedor. Hay un mural precioso pintado por las creadoras de esta marca de joyas. También muebles antiguos que les cedió Mamanoalla. «La idea es trasladar en la tienda nuestro estilo de vida: una joya sencilla, una taza de té, disfrutar de una vela que huela bien…».
Las joyas de Ptit and Co son las protagonistas del local. «Una tienda online sin un soporte físico es muy difícil», confiesa Irene, experta en la participación y organización de markets, como el Mercado de las Luces o Made in Galicia. Empezaron hace siete años casi de casualidad: «Lo primero que hicimos fueron unas cadenitas para la cabeza». Le pillaron el truco a los alicates y de la tiara pasaron a los collares, los pendientes… Irene y Claudia estudiaron diseño industrial y Ptit and Co fue un proyecto «que fue creciendo de forma orgánica». Creen que las joyas ahora tienen «un poco más de peso», que gustan mucho los anillos (y si pueden ser grandes, mejor) y los múltiples pendientes para las orejas. Definen sus joyas como algo «sencillo, atemporal y para todas las generaciones».
Además de las joyas también tienen «otras cosas que nos gustan, como decimos nosotras, cosas muy riquiñas». Hay unos cojines de Marruecos y Perú; la cristalería de Polo Enríquez, “hecha con vidrio reciclado y que tiene una producción muy pequeña de cuatro piezas al día»; algunas de las creaciones de Plantas del Aire o los geles naturales de Keokeo. Irene anuncia más novedades para los próximos meses: «Estamos desarrollando una línea comfy de andar por casa muy sencilla y básica. Nuestra idea también es seguir evolucionando la joyería y trabajar con diamantes ecológicos».