Shantavira, un centro de yoga con tienda de ropa de segunda mano

Patricia García Lema
Patricia García A CORUNA

A LA ÚLTIMA

Vanessa González y Concha Pita abren en A Coruña un espacio para meditar y disfrutar de prendas recicladas y cosmética orgánica

27 nov 2020 . Actualizado a las 21:06 h.

«Nos encontramos en un centro donde dábamos clases de yoga como freelance y tuvimos un flechazo». Vanessa González y Concha Pita llevaban vidas paralelas hasta que el destino las unió. Las dos llegaron a A Coruña después de vivir fuera de Galicia durante mucho tiempo. Las dos tenían ganas de cambiar de vida y de dar rienda suelta a un sueño: tener su propio centro de yoga. Y las dos querían crear un espacio en el que apostar por un estilo de vida más sostenible. Y así, después de meses de trabajo en el proyecto y un confinamiento, hace una semana se lanzaron a la aventura y abrieron Shantavira, un centro de yoga y tienda de ropa de segunda mano y cosmética orgánica en el número 9 de la Cuesta de la Unión.

«Somos heterosexuales, si no tuviésemos pareja igual nos hubiésemos enamorado», bromea Concha. «Nuestra ilusión era tener un centro de yoga. Empezamos a mirar locales, de forma suave y pausada, y nos pilló el confinamiento». Ese tiempo en casa les sirvió para seguir dando forma al proyecto. Las dos tenían muchas cosas en común: sus madres eran modistas. Vanessa es artesana y tenía una marca propia, Siete Ranas Verdes, de bolsos, broches… Y Concha era periodista y diseñadora de moda y estilista. «Siempre tuve muy presente el tema de la sostenibilidad en la cabeza. Además, cuando me vine para a A Coruña y estuve muchos meses viviendo con lo justo me reafirmé en la idea de que hace falta poco para vivir», recuerda Concha, que explica que así fue como salió la idea de completar el centro de yoga con una parte de tienda de ropa de segunda mano. A eso unieron otro de sus intereses: la cosmética orgánica. Todo se junta en este local en el que la gente se para a entrar y a saludar: «Estamos muy contentas con el recibimiento que nos ha dado el barrio y también la gente, algunos ya se han apuntado a las clases».

Shantavira es un lugar especial. La tienda de ropa, que bautizaron como Un elefante Blanco, tiene una selección de prendas de segunda mano. También hay una zona para reflexología, masajes… En el fondo, detrás de una puerta, espera la sala de yoga. Allí imparten clases de yoga integral, yoga suave, centrado en las facsias, chi kung, pilates suave, meditación…  Vanessa y Concha crearon este espacio como cooperativa y así lo quieren abrir a la gente: su sala está disponible para todo el que quiera meditar. «Se trata de abrirla a la gente. Que la gente sepa que puede venir, que si tiene un rato, y quiere meditar en silencio, puede venir tranquilamente cuando no hay clase, y estar ahí, tranquilamente».