Pinocchio and Co, juguetes, mochilas y jabones para la vuelta al cole en A Coruña

Patricia García Lema
Patricia García A CORUNA

A LA ÚLTIMA

La italiana Alessandra Dentamaro está detrás de esta tienda de juegos de madera y productos sostenibles para niños en Zalaeta

28 ago 2020 . Actualizado a las 15:14 h.

Alessandra Dentamaro es italiana, de Bari, en la costa del mar Adriático. Llegó hace trece años a España. Pasó por Granada y Madrid hasta que se instaló en A Coruña. «Llevo 13 años aquí y todavía me cuestan las letras en español», se disculpa mientras deletrea su apellido. Hace seis años se embarcó en Pinocchio and Co, una juguetería y tienda de complementos para niños en la que los juegos de madera son los reyes, y en la que trata de que todos los productos sean lo más sostenibles posibles. «Quería hacer referencia a la marioneta de madera por excelencia, pero al mismo tiempo, con la idea de ‘and company', dar una pista de que dentro hay alguna sorpresa más». Estos días está ocupada en la vuelta al cole: «Ya estoy en la segunda ronda». Nada más entrar en esta tienda del número 11 de la calle Zalaeta hay una mesa con mochilas, botellas de agua recicladas, fiambreras… «Este año la vuelta al cole también incluye geles, mascarillas, jabones…».  

En todo este tiempo, esta arquitecta y mamá de dos niños (una de seis y otro que en octubre cumplirá tres) ha visto crecer a muchos de sus pequeños clientes: «A veces veo alguno que lo conocí con unos pocos meses de vida y ahora ya habla y me emociono». Una pequeña familia en un barrio en el que, confiesa, se siente quería: «Aquí hay un sentimiento enorme de comprar en las tiendas locales, que tiene esos valores». Durante el confinamiento siguió trabajando para llevar a los hogares de los coruñeses, con el apoyo de la empresa de reparto Vanenbikke, juguetes para hacerle más amena la cuarentena a los más pequeños. «Tuve que abrir una línea de WhatsApp para dar respuesta a los padres, que me han pedido ayuda. Me he sentido casi como que pertenecía a la familia. Incluso algún día he vuelto llorando a casa tras encontrarme con madres que estaban esperándome en el portal y que me decían que querían abrazarme».

En su tienda hay muchos juguetes de madera hechos por pequeños artesanos, piezas de colores que parecen pequeñas esculturas. Hay objetos «para ayudar a los padres en los primeros meses, como muselinas o mordedores». Después llegarían los juegos con sonido y texturas; el momento de «usar los deditos» con piezas sueltas; la búsqueda de las formas, las construcciones, los juguetes de arrastre… «Hasta llegar a los puzles, desde que tienen un año a los 100 años. Es una pasada, los niños crecen muy rápido».