Misterce, bolsos y kimonos nómadas hechos por mujeres, en la calle Enrique Dequidt

Patricia García Lema
patricia garcía A CORUÑA

A LA ÚLTIMA

Después de recorrer medio mundo y de contar todo lo vivido a través de sus complementos, Isabel Caamaño acaba de estrenar su primera tienda física en A Coruña

06 mar 2020 . Actualizado a las 00:07 h.

Seguro que en algún momento te has cruzado con una etiqueta con un pequeño bigotito negro. O con un bolso lleno de color y forrado con un mapamundi por dentro. Son dos de las señas de identidad con las que Isabel Caamaño hizo grande a Misterce. Hace tiempo que esta periodista cambió su vida de reportera para dar vida a su marca que hace soñar con bolsos y kimonos que llevan directamente a los colores de la India o al mundo bereber de Marruecos. Después de seis años vendiendo sus productos a diferentes tiendas (sus bolsos llegaron a la concept store más cool de París, Merci, y al museo de arte moderno de Copenhague), Isabel estrenó hace dos semanas su primera tienda física en el número 3 de Enrique Dequidt

La tienda es un reflejo de todo lo bonito y el buen gusto de esta creadora: hay muchas flores, muebles antiguos y paredes decoradas con fotos de sus viajes por el mundo. «Siempre hice muchas pop ups, pero es muy diferente cuando estás en tu espacio y está tu producto y el cliente entra y pregunta cosas sobre el producto y la historia de la marca. Es muy emocionante». En Misterce hay mucho trabajo y mucho cariño. «Lo primero que hice fue una carterita con un trozo de una alfombra kilim de mi madre. Recuerdo que me dijo: "¿pero la vas a cortar?"». De la carterita pasó a las pulseras de nudos. Con el dinero de su primer mercadillo se subió a un avión con su madre y puso rumbo a Marrakech. Vinieron cargadas de alfombras, que transformó en bolsos que contaban una historia.

Además de un diseño bonito y diferente, Isabel quería sus bolsos transmitiesen algo más. Por eso en el proceso de creación, Caamaño trabaja con mujeres. «Tanto en la búsqueda de tejidos como a la hora de encontrar productos nuevos me gusta ser feminista, sostenible y solidaria. Busco trabajar con mujeres en países que están en condiciones peores que las nuestras y quiero que quien haga mi producto esté cobrando un precio digno por lo que está haciendo». Nada más entrar en la tienda hay unas preciosas cestas de verano que llaman la atención. No son solo bolsos bonitos: «Están elaboradas en Bangladés por una oenegé con la que trabajamos, que contrata a mujeres en zonas rurales y que, a través de ese sueldo, consiguen dinamizar la zona económicamente, tener una vida independiente y desarrollarse como personas de una forma digna. Para mí esas son las cosas importantes y espero que el cliente, cuando entre en Misterce, también lo valore».